Un ordenador pal guaje.
XABIEL GARCÍA PAÑEDA/VICEDECANO DEL COLEGIO OFICIAL DE INGENIEROS EN INFORMÁTICA DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS
Es muy probable que si tienen hijos hayan pronunciado la expresión «Mari, el guaje quier un ordenador» o alguna parecida. Puede que hayan sido adolescentes a lo largo de las últimas dos décadas; entonces, la habrán oído decir en casa en respuesta a sus demandas.
Lo que sí está claro es que la ‘frasecilla’ es sin duda popular. Desde de la aparición del PC, niños y adolescentes, cada día a edad más temprana y con más ímpetu, piden que se les compre un ordenador. Para ello utilizan todo tipo de argumentos como: me vale para estudiar, seguro que puedo hacer los trabajos de clase más rápido, vamos a ahorrar en teléfono, se pueden descargar películas y así no necesitamos ir al vídeoclub. En general, la puerta de entrada de este dispositivo a nuestros hogares no ha sido mayoritariamente a través de los adultos, sino a través de los más jóvenes.
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