Las ofertas laborales del sector avilesino vinculado con las nuevas tecnologías atrajeron a la ciudad a Migliaccio, un amante de la vela.
Cada año las cifras de jóvenes que salen de Asturias en busca de trabajo se cuentan por miles. En su caso, llegó a Avilés precisamente por trabajo. Alain Migliaccio, francés, 32 años, se instaló en la localidad avilesina hace tres meses, para trabajar en la empresa CSC. Él es informático y aquí encontró una oportunidad para realizar desarrollo de aplicaciones. Para el puesto de trabajo buscaban a alguien que hablara inglés y francés, y lo llamaron después de ver su currículo en el portal de internet Monsters. «Yo buscaba un trabajo fuera de Francia, que me permitiera aprender otro idioma y conocer otra cultura», explica Migliaccio.
Y dicho y hecho, aceptó la oferta e hizo las maletas, cambiando el Mediterráneo por el Cantábrico. No era la primera vez que dejaba su ciudad, próxima a Marsella, para trabajar en otro país, ya que estuvo durante unos años en Irlanda, también con un empleo de informático. Alain Migliaccio reconoce que antes de que le saliera esta oferta laboral no sabía dónde estaba Avilés pese a que había estado en España. Aficionado a la vela, recorrió la costa española desde A Coruña hasta Cadaqués. En cualquier caso, la oferta era «exactamente» lo que buscaba.
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