Se quieren crear bolsas de incentivo de hasta 3.000 euros anuales, que contrarresten la ofensiva de captación de algunas comunidades autónomas
La Universidad de Oviedo ha iniciado contactos con algunas de las empresas más significativas de la región para tratar de buscar líneas de ayuda económica a los jóvenes asturianos que accedan a los estudios universitarios y que presenten los mejores expedientes académicos. Se trata de evitar una temprana fuga de valores y ante la avalancha de ofertas que llegan desde otros puntos del país, principalmente de comunidades ricas.
En la actualidad, la Universidad asturiana exime del pago de matrícula universitaria a los alumnos que hayan logrado una nota media entre el Bachillerato y la prueba de selectividad (PAU) superior al 9. Es un buen premio, pero con efectos limitados. Los precios de las matrículas en la Universidad de Oviedo fluctúan entre los 592 euros que paga por curso completo un estudiante de Derecho o Trabajo Social, por ejemplo, y los 941 euros de un alumno que se matricule en Medicina. El librar a los mejores alumnos de las tasas académicas supone un coste global de unos 70.000 euros.
Pero la exención ya no basta. Algunas comunidades autónomas pagan dinero contante y sonante a los mejores alumnos como aliciente para que se matriculen en universidades de su territorio. El caso más espectacular es el de la Comunidad de Madrid, que en el pasado curso destinó casi siete millones de euros para tal fin. Las más de mil quinientas ayudas entregadas a jóvenes de toda España (alguno de Asturias) llegaron a tener dotaciones individuales de hasta 4.500 euros, una cantidad que comienza a representar palabras mayores.
La vicerrectora de Estudiantes y Empleo de la Universidad de Oviedo, Susana López Ares, asegura que «nosotros no tenemos presupuesto para hacer lo mismo. No es una cuestión de filosofía, sino de escasez de dinero». A las ayudas «políticas» se suman, en algunos casos, becas por parte de distintas facultades o escuelas universitarias deseosas de captar precozmente a alumnos con perspectivas de estudios brillantes.
La Universidad asturiana plantea a las grandes empresas la puesta en marcha de bolsas de ayuda por importes de entre 2.000 y 3.000 euros al año, pensando ya en el curso 2009-10, el de la adecuación al Espacio Europeo de Enseñanza Superior. Se pretende incentivar al menos a las dos o tres mejores notas de cada disciplina universitaria para que se queden en la Universidad de Oviedo. «Hace falta concretar, pero he visto en las empresas muy buena predisposición», aseguró ayer la vicerrectora Susana López. Prima el principio de igualdad. En primer lugar se pretende que todas las facultades o escuelas se beneficien de esta iniciativa, y en segundo lugar que todos los alumnos beneficiarios reciban la misma cantidad de dinero.
El Rectorado no quiere que la bolsa de ayuda empresarial se queden en apoyo testimonial, del tipo de 500 euros anuales. La apuesta tiene que ser más decidida en el importe, pero también en el tiempo. La Universidad estudia un sistema de «acompañamiento» por parte de la empresa en relación con el alumno becado, algo parecido a unas tutorías que mantengan la relación alumno/empresa, si es posible hasta el final de los estudios.
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