«La región tiene condiciones para que las TIC sean un motor de su economía»
JOSÉ PÉREZ GARCÍA Director general de la patronal española de empresas de electrónica y comunicaciones (Asimelec)
-La patronal española de empresas de electrónica y comunicaciones (Asimelec) ha implantado en Asturias su tercera delegación regional, tras la de la Comunidad Valenciana y la de Cataluña. ¿Por qué ha elegido Asturias para implantarse?
-Los órganos directivos de Asimelec decidieron realizar una implantación territorial en todas las regiones, para que, sin perder el carácter netamente sectorial de nuestra asociación, pudiéramos crecer en asociados y actividades. La razón de que Asturias sea una de las primeras regiones donde Asimelec se implanta obedece a que ya disponíamos de una estructura y medios materiales y personales. Pero también porque comprobamos que Asturias tiene una decidida apuesta por el sector de las TIC (tecnologías de la información), lo que es un importante aliciente.
-¿Qué percepción tienen de la implantación en Asturias de las empresas de nuevas tecnologías?
-Existen iniciativas francamente innovadoras y de gran futuro. Quizás falta aún un mayor desarrollo que nos permitiera hablar de un tejido empresarial sectorial amplio y consolidado y quizás Asimelec modestamente, pero gracias a su experiencia sectorial, pueda contribuir as la creación de ese tejido.
-¿Es factible que Asturias pueda generar una potente industria de este tipo?
-Estamos convencidos de que es totalmente factible. Existen los medios e infraestructuras adecuadas, que, por otra parte, no son especialmente complicados en nuestro sector. La tecnología no tiene fronteras. Ya se hacen, por ejemplo, grabaciones musicales en las que la orquesta está en Nueva York y el cantante, en Londres. Las redes han permitido una grabación digital de excelente calidad. ¿Qué impide que Asturias tenga unos magníficos centros tecnológicos que exporten sus resultados a todo el mundo?
-¿Qué precisaría?
-Eso es algo más complejo. Pasa por medidas estructurales, como formación del personal, culturización de los usuarios, apoyo público, una mayor vinculación de la Universidad?
-Que se hayan implantado en Asturias empresas como Capgemini o 3WC, ¿constituye un acicate para atraer otras implantaciones e impulsar un sector tecnológico o este tipo de empresas, por su propia condición, no precisan una masa crítica?
-No creo que la simple implantación de una empresa sea un aliciente para la implantación de otras semejantes. Creo que son necesarias medidas estructurales que van desde infraestructuras físicas a la existencia de personal cualificado u otros factores. El espacio o ubicación física no es determinante a estos efectos y existen numerosos ejemplos de centro tecnológicos incluso en el tercer mundo donde determinadas infraestructuras son comparativamente muy inferiores a las nuestras. Son otros factores los que influyen en esas decisiones.
-¿Se puede pensar hoy en un nuevo Silicom Valley o tiene mucho más sentido imaginar un sector tecnológico difuso, disperso y repartido de forma uniforme por el mundo?
-Se puede pensar en varios «Silicom Valleys» y, de hecho, se están desarrollando experiencias incluso en nuestro país con mayor o menor éxito. La concentración empresarial en torno a centros de investigación, universidades… es la fórmula ideal por las sinergias que se producen. Lo que ocurre es que no es fácil y no creo que sea bueno ponerse metas tan altas. Es mejor empezar con un tejido empresarial básico e ir creciendo de forma sostenida.
-¿Qué rasgos percibe en Asturias para desarrollar el sector?
-En Asturias se dan condiciones adecuadas para que este sector sea un auténtico motor de la economía asturiana. Ya hay ejemplos concretos al respecto. Creo que los poderes públicos han realizado una decidida apuesta por este sector, lo que sin duda es un factor especialmente favorable. Todo ello unido al carácter innovador y emprendedor del empresariado asturiano configura un futuro optimista en esta materia.
-¿El sector encuentra profesionales formados en cantidad y calidad?
-Éste quizás es uno de los mayores déficits que tiene nuestro sector en estos momentos y, sin duda, puede ser un condicionante importante para su desarrollo. No parece que con la actual oferta de profesionales se colmen las necesidades de las empresas y el problema, lejos de arreglarse, puede agravarse en el futuro y es necesario tomar medidas al respecto.
-El sector ha protagonizado una verdadera revolución tecnológica muy acelerada y en muy poco tiempo. ¿Continuará ese proceso de aceleración al mismo ritmo?
-Este sector en menos de quince años ha tenido una evolución espectacular que ha producido un cambio no sólo económico sino cultural y en nuestro modo de vida. Cualquiera que eche la vista atrás le costará recordar lo que era nuestra vida sin el teléfono móvil o sin internet; sin embargo hoy no concebimos carecer de estos instrumentos. No sé si el proceso de desarrollo tecnológico seguirá con este ritmo vertiginoso, pero de lo que no me cabe ninguna duda es de que mi capacidad de asombro sobre lo que nos espera no tiene límite.
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