«La crisis ha obligado a demorar muchas decisiones de carácter técnico»


«El futuro pasa por pequeñas empresas convertidas en unidades de negocio permeables a la cooperación»

El gijonés Iván Montes es una de esas «leyendas urbanas» que mediada la década de los noventa del siglo pasado se vio obligado a «emigrar» a Madrid en busca de oportunidades laborales. Finalizados los estudios de Informática, no encontraba su lugar en Asturias. Hoy dirige con éxito la empresa Partner Tecnológico, una joven firma asociada al parque empresarial de Cabueñes y especializada en el desarrollo de software para la gestión industrial.

-¿Se considera usted una «leyenda urbana»?

-Soy de los primeros que se fueron a Madrid. Entonces no había tanto trabajo en Asturias y me vi obligado a salir fuera. Estuve allí un año y medio, pero siempre tuve muy claro que quería hacer mi vida aquí.

-¿Qué diferencias observa en el salto de la Universidad a la empresa?

-Hay bastante cambio. La Universidad te enseña conocimientos globales y tiende a reaccionar con más tardanza respecto al mundo real, pero también es verdad que su cometido no es enseñar a replicar un sistema, sino a que aprendas a hacer las cosas por tu cuenta. No obstante, en nuestro campo la Universidad de Oviedo tiene un nivel muy alto y está muy prestigiada en el campo de la informática.

-¿Cómo está afectando la crisis económica a su sector?

-Por el momento no nos está afectando, está tocando otros frentes. Pero nuestro mayor peligro es que llegue a nuestros clientes, que pueden ver afectada su capacidad financiera para desarrollar nuevos proyectos. En muchos casos lo que estamos viendo es que están retrasando decisiones, esperando a ver qué pasa en 2009; nos dicen que esperemos. La cuestión es que los departamentos técnicos dan aprobación a los proyectos que presentamos, pero luego falta pasar el filtro financiero de la empresa, ahí es donde puede haber un frenazo.

-¿Cómo está siendo este año?

-Para nosotros, 2008 está siendo el mejor año para la empresa. La crisis nos llega en un mal momento porque podría frenar esa progresión.

-Los primeros recortes afectan a los departamentos de I+D.

-Generalmente es donde más se sufren esos recortes. En empresas más grandes donde existe una desvinculación entre el personal técnico y el personal de finanzas podemos pasar sin dificultad el filtro técnico, pero lo que más miedo nos da es que esta crisis suponga un frenazo a esos proyectos porque los responsables de la empresa decidan aplazar inversiones. En este momento la perspectiva que tenemos es que nos encontramos en el mismo nivel de ofertas que hace un año, pero se alarga más el lapso de tiempo en que el cliente toma las decisiones.

-¿Qué les aporta su integración en el grupo Entec (Enlace Tecnológico)?

-Para nosotros, es vital. De cara a la pyme industrial, el grupo abarca todo el espectro de necesidades que debe cubrir una empresa en el entorno de la producción. Así las posibles vías de entrada a un cliente se multiplican porque todos trabajamos dentro de una empresa en el aspecto del producto final, aunque desde diferentes ámbitos cada uno, que nos permiten complementarnos muy bien.

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-¿Qué es vanguardia en su sector?

-La mayor demanda viene de la automatización de los procesos productivos. Hay mucho por hacer en las pymes asturianas con las tecnologías de las que disponemos hoy día. Incrementar la automatización de los procesos industriales no conlleva una reducción del capital humano. Detrás de una máquina siempre debe haber personas, aunque no es lo mismo desarrollar un proceso de forma manual que contar con el apoyo de computadores. Se evitan pérdidas de tiempo innecesarias, se reduce el margen de error y bajan los costes.

-¿Cómo están viviendo las últimas movilizaciones del sector informático?

-Con bastante preocupación No es posible que pretendan hacer de la informática un conocimiento transversal. Ser informático no significa únicamente saber programar; para completar la automatización de un proceso productivo es necesaria una serie de conocimientos que sólo se estudian en la carrera. Hacer un proyecto, gestionarlo y llevarlo a un entorno informático exige un cierto nivel de especialización. En el momento actual de cambio debería buscarse la regulación de la profesión, pero se está aprovechando para diluir la carrera.

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