Por RAÚL RIVERO (SOITU.ES) *
* Raúl Rivero es el director técnico de soitu.es
Esa fue una pregunta que, hace casi dos meses, se formuló en una mesa redonda dentro de la Conferencia Internacional de Software Libre de Málaga. Aunque la mesa estaba claramente inclinada hacia uno de los dos posibles lados, las reflexiones son muy interesantes y os invito a verlas.
Veréis: a mí todo esto me suena a lo mismo que la neutralidad de la red. O sea, ese burdo intento de control encubierto con mil y una razones, preciosos análisis de mercado y, además, vendiéndonos lo muchísimo que necesitamos que deje de existir esa neutralidad, aunque nosotros no lo sepamos. ¿Alguien se planteó la neutralidad de la red hasta que Internet se empezó a convertir en lo que es hoy en día? Hubo mil y un redes: Compuserve, AOL, Infovía (en España), Microsoft lo intentó con MSN Network pero ninguna se impuso a Internet. Hubo mil y un protocolos frente al TCP/IP, la mayoría bien cerraditos y propietarios, o complicados hasta la muerte (suya, claro). Ganó el conocimiento libre, los protocolos perfectamente definidos, todas las especificaciones públicas… ganó la libertad de Internet. Ésa que ahora nos quieren quitar.
Pues algo parecido pasa con la Neutralidad Tecnológica. Claro que necesitamos neutralidad tecnológica pero de la de verdad, con unos estándares claros y bien documentados, no plataformas cerradas que hipotequen nuestro futuro, no quedarnos atados a una tecnología por una decisión del pasado, no entregar nuestra libertad futura de decisión, no renunciar a que el conocimiento lo tengan otros. En fin, todo lo que el sentido común nos marcaría en cualquier otro campo.
Pensemos… Vivimos en una sociedad [supuestamente] solidaria: donde se fomenta la incorporación de los mayores de X años al mercado laboral, donde se llega a legislar la paridad de las listas de los partidos políticos, donde siempre nos vendieron tener un sistema de salud y de educación envidiable, donde pagamos cánones por cosas que no hacemos o que la ley nos permite, etc. ¿Por qué no somos solidarios con la propia sociedad? Sí, sí, con el conjunto de la Sociedad, como concepto y en mayúsculas (aunque sea una incorrección). Todos estaremos de acuerdo en que el conocimiento —también como concepto :)— es fundamental para una sociedad, ¿por qué comprárselo a alguien si con el tiempo la propia Sociedad lo puede tener? ¿Por qué confiar nuestro futuro informático —por concretar— a alguien, si nos lo podemos forjar nosotros mismos? ¿Cómo no vamos a fomentar que el conocimiento se quede en la Sociedad? ¿Cómo puede ser que se fuerce a que uses determinada tecnología [de pago] para usar servicios cada vez más imprescindibles? ¿Os imagináis tener que rellenar un formulario [de papel] con una determinada marca de bolígrafos porque el resto no funcionan? Ridículo, ¿no?
Pues bien, ahora salimos con la neutralidad tecnológica. Vaya por Dios. Eso quiere decir que estamos pasando de ser cánceres sociales, unos pobres idealistas y, prácticamente, antisistema, a un problema a tomar en serio. Lo siento pero la Neutralidad Tecnológica, como la igualdad de condiciones, la veo como una trampa.
Sinceramente, creo que no debemos imponer el software libre —por centrarnos aún más— pero el Gobierno —por dejar el tema ya totalmente centrado—, ya sea nacional, regional o local, debe preponderar el software/conocimiento libre frente a cualquier otro como la mejor forma de emplear nuestro dinero, de forma que se reinvierta en nosotros mismos y, ahondando un poco más, que ese conocimiento se quede en la Sociedad. O sea, no queremos una ‘Neutralidad Tecnológica’ que se quede en una artificial igualdad de condiciones que no existe. Es una trampa. ¿No preponderamos también los genéricos farmacéuticos? Que les pregunten a la Junta de Extremadura o a la de Andalucía las ventajas sociales que la inversión en software libre está teniendo con el tiempo, que les pregunten dónde está ese conocimiento, que les pregunten el ahorro.
¿Utópico? Para nada. Mirad: Internet, como antes explicaba, es el mejor ejemplo de conocimiento libre que hay hasta ahora. ¿Más? GNU, BSD, Linux o, simplemente, la Wikipedia son ejemplos clarísimos que a muchos les están poniendo los pelos de punta.
En fin, ganaremos porque, aunque tenemos muchísimos menos medios, tenemos la razón y ésta, poco a poco, se va imponiendo. Confiemos en que sea más pronto que tarde :).