La intermediación inmobiliaria vive sus horas más bajas en Gijón por la caída en picado de las ventas asociada a la crisis. En el último año el censo de oficinas donde se ejerce esta profesión en la ciudad se ha reducido en un 80%
La intermediación inmobiliaria vive sus horas más bajas en Gijón por la caída en picado de las ventas asociada a la crisis. En el último año el censo de oficinas donde se ejerce esta profesión en la ciudad se ha reducido en un 80%. Según los datos aportados por Tomás Lago, gerente de la red inmobiliaria Look&Find en Gijón, desde finales de 2007 al momento actual se ha pasado de 360 oficinas inmobiliarias a tan sólo 70. Y muchas de las agencias que subsisten en esta delicada coyuntura económica están teniendo que recortar drásticamente sus plantillas de comerciales e, incluso, trasladarse a bajos de dimensiones más reducidas y rentas más asequibles. Todo ello para aguantar el tirón y evitar echar el cierre.
El presidente del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Asturias, Antonio Vega, explica la actual situación como «una regulación del propio sector», que se ha precipitado en el último año por los problemas financieros a escala mundial y sus ramificaciones en el ámbito inmobiliario. Según señala Vega, el mercado de la intermediación inmobiliaria había crecido de forma «totalmente desproporcionada» en España desde 2000, año de la liberalización del sector con el PP en el Gobierno central. «Esto nos puso a la cola de la UE», opina, y supuso en la práctica que cualquier persona pudo a partir de ese momento ejercer la profesión de agente de la propiedad, en cualquier rincón del país, sin titulación alguna y sin necesidad de colegiarse.
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