«Los años de Vázquez al frente de la Universidad de Oviedo fueron nefastos para la investigación».
Un informe del Consejo Económico y Social (CES), ‘Sistema educativo y capital humano’, pareció confirmar ayer la crítica del vicerrector de Investigación de la Universidad de Oviedo, Santiago García, tras el relevo de poderes en la institución académica asturiana.
Según el CES, que analiza en profundidad los desajustes entre el sistema educativo y el sistema productivo, «la actividad investigadora de las universidades españolas muestra unos resultados insuficientes» a los que el Principado tampoco logra escapar.
Un indicador claro es el porcentaje de gasto universitario en I+D sobre el gasto total en este concepto en cada comunidad autónoma, que en Asturias se redujo del 41,1% de 2001 al 37,7% de 2006.
Ese año, las comunidades que superaban de forma significativa la media de los gastos en I+D destinados a la investigación universitaria respecto al total fueron Baleares (con un 52,2%), Extremadura, que dedicó un 50,9%, y Cantabria y Comunidad Valenciana, con un 49,8%, respectivamente. En el extremo contrario destacaron, por este orden, País Vasco (17,5%), Madrid (15,7%) y La Rioja (14,8%).
Otro parámetro es la producción científica por autonomías, «muy irregular» y en la que «Madrid, Cataluña y Andalucía concentran la mayoría de las publicaciones». Y tampoco el Principado obtiene buenos resultados: entre 2000 y 2006 ocupó el octavo puesto por la cola en cuanto a publicaciones en revistas internacionales y el séptimo en las nacionales.
Según los propios datos de la Universidad de Oviedo, la producción científica cayó en todas las grandes áreas temáticas entre 2004 y 2007: Humanidades pasó de 148 artículos en 2004 a 126 en 2007, el área jurídico-social, de 343 a 301, de 95 a 82 las publicaciones de Ciencias de la Salud, de 543 a 469 las técnicas y de 1.079 a 649 las de las ramas experimentales.
El descenso también es acusado en el número de investigadores en educación superior sobre el total de investigadores en I+D entre 2001 y 2006. En cinco años, el porcentaje descendió en la región un 24%: del 82,5% que representaban en 2001 al 58,1% de 2006.
Así, a pesar de que hay destacados grupos de investigadores -con Química y Biología a la cabeza, seguidas muy de cerca por Física y las áreas tecnológicas-, no destaca tampoco la Universidad de Oviedo en los programas de investigación de la UE ni en el Plan Nacional de I+D 2004-2007, de forma que su financiación se ve perjudicada, apunta el documento.
Financiación por objetivos
Además, en la línea del modelo defendido por el rector, Vicente Gotor, y el Gobierno regional -que ayer aprobó 500.000 euros destinados al programa Jovellanos, para favorecer la incorporción de titulados a las actividades de I+D+i de las empresas-, el organismo apuesta por que «las universidades avancen en la rendición de cuentas sobre los resultados de la investigación, lo que requiere establecer sistemas de financiación vinculados a objetivos».
Pero el informe de este gran órgano consultivo del Gobierno no se queda sólo en la Universidad, sino que alerta de que en el conjunto del sistema educativo hay goteras que exigen reparación urgente. La educación necesita más dinero y mayor sensatez de los partidos políticos, que la usan como arma arrojadiza y han perpetrado cinco reformas en veinte años, concluye.
Hace falta un pacto de Estado que mejore la coordinación entre el Gobierno central y las autonomías. De lo contrario, advierte el CES, se harán crónicos el fracaso escolar, el abandono estudiantil y el eterno divorcio entre la oferta educativa y las necesidades de un mercado laboral que necesita superar el desplome del ladrillo y que demanda más cualificación.