El diario «20 minutos» cierra ocho ediciones en España, entre ellas la de Asturias


«20 minutos» es un periódico de información general y distribución gratuita con ediciones en 15 ciudades españolas

El periódico gratuito «20 minutos», propiedad de la empresa Multiprensa y Más S.L., ha decidido cerrar ocho de sus ediciones locales en España, entre ellas la de Asturias, dirigida por la periodista Carmen Mateo. Los trabajadores recibieron ayer la noticia del cierre del periódico a través de un SMS. En Asturias, la publicación, que sale de lunes a viernes, cuenta con cinco empleados.

La decisión se adoptó en un consejo general de la empresa celebrado en Noruega. El accionista mayoritario de Multiprensa y Más S.L., fundada en 1999 y pionera en la edición de prensa gratuita, es Min Holding, líder en los mercados de prensa diaria gratuita en Suiza, Francia y España. A su vez, el accionista mayoritario de esta empresa es Schibsted, un grupo de comunicación de origen noruego fundado en 1839. Schibsted era, hasta 2005, el propietario del cien por cien del capital de «20 minutos», sin embargo en ese año vendió una participación del 20% al Grupo Zeta.

«20 minutos» es un periódico de información general y distribución gratuita con ediciones en 15 ciudades españolas. Según los datos de diciembre de 2008 del Estudio General de Medios es el más leído en España, con 2.889.000 lectores diarios. Está dirigido por Arsenio Escolar.

Fuente: El diario «20 minutos» cierra ocho ediciones en España, entre ellas la de Asturias [LNE.es]

Sobre el futuro de la Prensa y el Periodismo actual


  • La prensa trata de encontrar la fórmula contra el ‘perjuicio’ de buscadores y agregadores
  • A falta de una legislación sobre el tema, algunos plantean acabar con la ley antimonopolio
  • Cobrar por las noticias en las publicaciones digitales, una de las posibles ‘soluciones’
Marissa Mayer lo preguntó en el Senado estadounidense: si Google está haciendo tanto daño a la prensa, ¿por qué no impiden que sus noticias aparezcan en las búsquedas?. La respuesta es tan sencilla como que las webs de noticias necesitan el tráfico que les llega desde el buscador. Pero eso no quita su enfado. Google News ya publica anuncios junto a los resultados de esas búsquedas, alimentando la polémica por obtener beneficios gracias a contenido que no le pertenece

En este debate hay dos posturas. Por una parte, Google defiende su derecho a publicar los links a diferentes noticias cuando ayuda a un internauta con su servicio de búsqueda. Dado que ese link lleva al medio y contenido original —es decir, no se queda bajo el dominio Google.com—, son las cabeceras quienes registran el tráfico y obtienen el beneficio por la publicidad en su página. Esta es la razón por la que ninguna ha impedido a Google que recomiende su contenido.

«Creo que la polémica es en realidad una equivocación, porque lo que hace Google News no es apropiarse de las noticias, sino recomendarlas. Google proporciona un servicio totalmente diferente al de informar, por lo que tiene todo el derecho para controlar lo que anuncia dentro de ese servicio que ofrece», argumenta Timothy Karr, experto en medios para Free Press.

Sin embargo, y ésta es la postura contraria, no está claro si Google y los agregadores de noticias sólo recomiendan información o la lista de titulares que ofrecen les convierte en un medio más. Un buscador ayuda a encontrar noticias, pero también informa a una persona que sólo lee los titulares sin llegar a pinchar en ninguno de los links. De momento, las recomendaciones de ‘Uso Justo’ en internet establecen que incluir un titular de una noticia de otro medio está dentro de los límites recomendables.

Más en: Los periódicos estadounidenses buscan un nuevo modelo, con o sin Google [Soitu.es]

Si te interesa más este tema sigue los siguientes enlaces:

Google News no tendrá publicidad en Europa | Comunicación | elmundo.es

Cae la difusión de los diarios líderes | soitu.es

Reuniones secretas en Estados Unidos para reinventar el modelo de prensa | soitu.es

Los medios buscan el nuevo negocio digital de la información | soitu.es

Más técnicos y menos ingenieros


Por qué habiendo demanda de profesionales de las tecnologías de la información y la comunicación, las matrículas universitarias disminuyen constantemente.

LA PÉRDIDA DE ATRACTIVO de estos estudios entre los jóvenes se detecta en muchos países de la OCDE. En Estados Unidos la demanda ha caído el 49% desde 2002. Las sociedades profesionales, tratando de dar orientación laboral a estudiantes y profesores de secundaria, propusieron en 2006 cinco futuros diplomas: Computer Engineering, Computer Sciences, Software Engineering, Information Systems e Information Technology. Era reconocer que la profesión agrupa actividades diversas y que no maneja un solo campo de conocimiento, situación poco asumida en España, donde los títulos tienen un sentido global y único.

En la Unión Europea el acceso a la profesión es variado. En Alemania conviven las Fachhochschulen o escuelas especializadas, orientadas a la práctica profesional, y las universidades, con estudios más teóricos y amplios. Francia tiene una gama de diplomas oficiales, relacionados entre sí, pero diversos en profundidad y especialización.

Un factor común reside en que siendo un título oficial una cierta garantía de acceso al trabajo, el ritmo de la innovación impone una dura formación continua. El vacío entre el ritmo de las novedades que la industria lanza y la real capacidad de absorción y filtraje de éstas por parte del sector académico explica que los títulos internos ofrecidos por las multinacionales (Microsoft, Oracle, etcétera) sean muy valorados por el empleador. Este escenario no encaja en un tejido empresarial de empresas pequeñas, con trabajos poco atractivos, y es un problema muy duro para nuestro sistema educativo. Ello explica que los jóvenes interesados en la ingeniería informática intuyan que su carrera profesional esté en otras coordenadas.

Aunque dominar la programación sea un talento importante en la raíz de esta ingeniería, no significa que ambas profesiones coincidan. La estandarización del proceso de programación y el ahorro que supone exportar estas tareas a zonas con bajos costes laborales (India, países del Este, etcétera) cambia la demanda de cualificaciones, con el consecuente clima de inseguridad en países de mayores costes laborales, algo que no ayuda a paliar la carencia de estudiantes. El papel de las Fachhochschulen supone todo un cambio de mentalidad, al apostar por la profesión de programador sin exigir nivel universitario, al tiempo que al ingeniero, inevitablemente minoritario, se le piden otras capacidades: control de tareas, I + D, soltura frente a los entes plurinacionales, contacto con el cliente…

Nuestro mercado laboral demanda más técnicos capaces de usar nuevas herramientas de software que ingenieros que desarrollen aplicaciones y proyectos avanzados. Son imprescindibles acuerdos serios y solventes entre Universidad y formación profesional, con pasarelas mutuas todavía sin explorar. La Universidad española tiene su parte de responsabilidad y debe plantearse si el entorno de funcionarios e investigadores es adecuado para afrontar la falta de aprecio social de su oferta académica.

Gregori Martin Quetglas es catedrático de ciencias de la computación de la Universidad de Valencia.

Esther Ruiz Ben es profesora asistente en el instituto de Sociología de la Universidad Técnica de Berlín.

Fuente: Más técnicos y menos ingenieros [ElPais]

La Universidad reparte las ingenierías por los tres campus


La Universidad de Oviedo ha oficializado el reparto salomónico de las ingenierías europeas entre sus tres campus. El Consejo de Gobierno aprobó ayer las denominaciones de los 13 títulos que ofertará a partir de 2010 y la previsible ubicación de su docencia, estableciendo así un mapa que sitúa siete títulos en Gijón, tres en Mieres y otros tres en Oviedo.

El campus politécnico gijonés aglutinará las ingenierías industriales y tecnológicas, tales como la Mecánica, la Eléctrica, la Electrónica Industrial y Automática, la Industrial Química, la Informática de Tecnologías de la Información y la de Tecnologías Industriales, si bien esta última no tendrá competencias si el alumno no complementa el grado con un máster.

El de Mieres, por su parte, se queda con los grados en Ingeniería de Minas, Ingeniería Forestal e Ingeniería Topográfica, mientras que Oviedo concentra otros tres, dos de ellos sin competencias: el de Ingeniería Química y el de Tecnologías Mineras, cuyos graduados, como los de Tecnologías Industriales, sólo podrán ejercer si complementan su formación con un máster de un año, es decir, que queda constituido un título de ingeniero superior de cinco años similar al actual. El único grado de Oviedo en ingeniería con atribuciones tras los cuatro años de estudio es el de Ingeniería Informática de Software.

La decisión del Principado

La oficialización universitaria de ese reparto, que incluye el mantenimiento de la Escuela Superior de Ingenieros de Minas en Oviedo, no garantiza que el Principado la asuma, pero sí da amplias seguridades de que la Consejería de Educación, finalmente, ha aceptado volver a posponer la concentración en Mieres de todos los estudios de Minas. Parece improbable que el equipo rectoral lleve a Consejo de Gobierno una propuesta que posteriormente fuera rechazada por el Principado.

El Consejo de Gobierno también estableció los criterios para que los alumnos que trabajan puedan cursar estudios universitarios con más facilidad. «Se trata de hacer un diseño curricular diferente para que quienes trabajen puedan hacer la carrera no cogiendo todos los créditos. En lugar de 60, por ejemplo, 36. Tardarán más tiempo en terminar, pero les resultará más fácil», dijo la vicerrectora de Estudiantes, Susana López Ares, quien justificó que «muchos de los retardos que estamos sufriendo ahora se deben a eso». Tampoco es menos cierto, como reconoció el propio rector, que con el modelo europeo esos retardos pueden proporcionar a la Universidad un informe negativo de la Agencia Nacional de Evaluación y de la Calidad y Acreditación.

Otro de esos puntos conflictivos que siempre resurgen en la Universidad: la utilización del asturiano en los escritos oficiales, fue resuelto ayer por 36 a favor, 5 abstenciones y ninguno en contra. Y eso que el reglamento aprobado, a decir del rector, «no contenta a nadie, pero es lo único que se puede abordar en este momento».

Vicente Gotor recordó que los escritos serán enviados a la Oficina de Traducción del Principado y que, «por operatividad», quedan excluidos de la posibilidad de ser redactados en asturiano los relativos a reclamaciones en procesos electorales, en pruebas de acceso a la Universidad, en solicitud de convocatorias de examen especiales o extraordinarias, incidentes de recusación o cualquier otro que «suponga una tramitación larga, porque los plazos no empiezan a correr hasta que vuelve traducido del Principado».

También fue abordado el aprobado por compensación. Se han endurecido los criterios «y se han hecho igualitarios para todos los centros», dijo la vicerrectora.

 
 
 
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La SGAE llega a tu dormitorio (y la ley le ampara)


  • Un webmaster de páginas de links p2p ‘denuncia’ a una comisión judicial
  • Representantes de SGAE entraron en su domicilio para requisar discos duros
  • La defensa afirma que la medida es inaudita hasta en delitos graves
  • La SGAE «exprime» el método civil tras su fracaso por la vía penal
Imagina que un mediodía cualquiera te despierta el timbre de tu casa y te encuentras en la puerta con una comitiva judicial, entre la que se incluyen representantes de la SGAE, dispuesta a entrar en tu domicilio auto en mano para requisar tus discos duros. Es lo que le ocurrió el martes a Juan José Coronel, un onubense de 26 años, en una experiencia que ha horrorizado a medio internet después de que lo publicara en su blog y que ha planteado preguntas a muchos: ¿es eso legal? ¿pueden esos señores entrar en cualquier casa? ¿no tiene que estar ahí la policía o mi abogado?
 

La parada de Arcelor dejaría en el paro a 9.000 familias, además del empleo inducido


Francia y Bélgica serían dos de los países encantados de ver aumentados sus pedidos. En ambos temen que la parada temporal de sus instalaciones se convierta en definitiva con la aplicación del bautizado como «plan Apolo», que suponía el abandono de la producción en las plantas continentales para concentrarla en las costeras. Un programa que favorecía a Asturias. De hecho, fueron los trabajadores belgas y franceses los que en la última junta de accionistas de Arcelor protagonizaron una dura movilización en Luxemburgo.

Parar la producción de la siderúrgica supondría enviar al paro a casi 9.000 personas en Asturias, sumando la plantilla de Arcelor-Mittal y la de las empresas auxiliares, sin contar el empleo inducido.

Arcelor-Mittal no tendría, además, problemas para hacerlo, puesto que el expediente de regulación de empleo (ERE) pactado con los sindicatos hace sólo dos semanas en Madrid es para el 100 por ciento de la plantilla en España, casi 12.000 trabajadores, de los que algo más de la mitad están en Asturias. Peor situación sería la de las empresas auxiliares y la de sus trabajadores si se diera el caso.

Nadie quiere pensar en que se pueda dar esta situación. Y menos cuando está pendiente una negociación entre la dirección de la compañía, las empresas auxiliares y los sindicatos para buscar un acuerdo que resuelva el conflicto de puestos con las subcontratas. De hecho, la multinacional se había comprometido hace sólo unos días, en la última reunión de los denominados «acuerdos de Oviedo», a presentar una propuesta antes de que finalizase el mes de mayo para regular el futuro papel de las auxiliares.

Los denominados «acuerdos de Oviedo» regulan no sólo las relaciones entre la empresa matriz y sus auxiliares, sino incluso el relevo generacional en Arcelor incorporando a personal de sus subcontratas, que sustituyen a los que se prejubilan en la siderúrgica mediante los contratos relevo.

Las empresas auxiliares se mostraron en esa reunión especialmente molestas con Arcelor, porque se sienten «desplazadas, como si no pintásemos nada, porque todo lo arreglan con los sindicatos», aseguraron varios empresarios consultados por este diario tras ese encuentro. El anuncio de la compañía de que estaba elaborando un plan para las subcontratas que estaría listo en quince días hizo suponer que paralizaría el agravamiento de los conflictos en los puestos de trabajo, pero no fue así.

Hoy será un día intenso de reuniones y asambleas en los sindicatos y con los trabajadores para analizar la situación. La compañía no aclaró ayer si su amenaza se puede convertir mañana mismo en realidad. Aunque no debería ser así, cuando hoy no está convocada movilización alguna en las instalaciones asturianas, aunque tampoco lo estaban las protestas de la semana pasada. «Esperemos que esto se pueda reconducir y se arregle en horas», insistió Gonzalo Urquijo.

Fuente: La parada de Arcelor dejaría en el paro a 9.000 familias, además del empleo inducido [LNE] 

«Moncloa no acredita a los digitales porque los grandes medios los torpedean»


Aunque parezca mentira, todavía hay muchos españoles que no saben qué es Internet o que dicen aquello de «no, yo prefiero hacer las cosas a mano, los ordenadores son el enemigo». España tiene por delante el reto de la modernización y de la aplicación de las nuevas tecnologías a todos los ámbitos sociales. Luis Salvador, viceportavoz de la Comisión de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico en el Senado, es una de esas personas que lucha para que España no pierda el vagón de la innovación tecnológica que reclama el siglo XXI.

Los medios de comunicación digitales son la prueba de que todavía no se toma en serio al nuevo soporte que es Internet. Instituciones como la Presidencia del Gobierno o la Casa Real discriminan a estos medios al no conceder acreditaciones a los periodistas que trabajan en ellos. Aunque, en palabras de Salvador, el culpable de esta situación no es el poder político, sino la competencia feroz de los medios ya establecidos.

Más en: «Moncloa no acredita a los digitales porque los grandes medios los torpedean» [Periodista Digital]

Los tiempos están cambiando


Como ustedes saben, a las noticias de los diarios les sucede lo que al pescado: comienzan a oler cuando tienen más de 48 horas. Imaginen cómo apestaba El País del domingo cuando lo compré el martes, sin suplemento y por casi cinco dólares (4.75), en un kiosko del Village. El hedor se convirtió en insoportable cuando comencé a leerlo en un Starbucks del Soho mientras miraba de reojo a una chica que, a pocos metros de mi mesa, actualizaba la portada del New York Times en su portátil. A su lado, un ejecutivo hacía lo propio desde su iPod. La red wi-fi de la cafetería, de todo Nueva York, es fantástica. Mucho mejor que la de distribución de prensa.

Más en: Los tiempos están cambiando [Soitu.es]

 

Ingenieros arrepentidos


Las matriculaciones en informática y telecomunicaciones caen el 13% desde 2002 – Hay demanda, pero la precariedad laboral ahuyenta a los ingenieros – España tiene un déficit de 25.000 profesionales técnicos

Me pagan una miseria. No aprendo nada. Mi jefe no tiene ni idea. No veo futuro. Quienes pronuncian estas frases no se dedican a la construcción ni a la industria automovilística, sectores ciegos de paro. Son ingenieros informáticos y de telecomunicaciones, perfiles por los que suspiran muchas empresas.

Estudiar estas carreras equivale a encontrar trabajo seguro. Las notas de entrada son de las más bajas, entre 4,6 y 6,71. Sin embargo, el número de nuevos licenciados en España se hunde el 13% desde el año 2002. Y hay un déficit laboral galopante de 25.000 profesionales de grado medio y superior. En plena furia de Internet y pasión por los cacharros tecnológicos, a los geeks ya no les motiva ser informáticos, ni siquiera con trabajo asegurado.

«No aprendía nada, me enviaban a los proyectos con una mano delante y otra detrás, sin recursos, a lo bruto. Un día un amigo me propuso montar una empresa de lotería en la Red. Estaba tan asqueado que eso me pareció más sensato que seguir donde estaba». Así resume José María Sánchez el comienzo de su historia profesional al margen de su carrera informática.Teleco de 36 años y expediente académico brillante, el caso de José María Sánchez es uno de los miles que aterrizan en trabajos decepcionantes. Algunos aguantan hasta el final. Otros, los arrepentidos, lo dejan frustrados a la mínima oportunidad de mejora.

Su aventura de prueba y error empezó en una pyme de software de diseño. «Me pagaban cuatro duros». Siguió en una filial de una consultora. «Tuve suerte, trabajaba con gente buena, pero hacía lo mismo constantemente, me aburría». Y acabó en otra donde experimentó más de lo mismo. «Nadie se preocupaba por mi desarrollo profesional». Al final tomó un camino cada vez más común: hacerse emprendedor.

En 2006 se unió a dos socios para lanzar Ibergour.com, dedicada a vender jamones por Internet. Hoy envían más de 1.000 piezas al año a toda la Unión Europea. «El negocio marcha, el primer año multiplicamos las ventas por 1.000. Da para vivir sin problema. Al menos ya no tengo la sensación de perder el tiempo».

José T., de 42 años, se considera informático en pleno derecho. Estudió Físicas en su rama de informática y electrónica cuando la carrera aún no estaba reconocida. Tras 15 años en el sector asegura haber tenido bastante. «Nos consideran carne de facturación, recursos destinados a otras empresas, gente de segunda. Nunca he visto planes de formación y desarrollo. Ni siquiera he mejorado mi sueldo. Cobro prácticamente lo mismo que hace 10 años». Echa de menos una colegiación oficial. «Ahora pienso en montar un negocio, una librería o un hotel rural, no quiero seguir siendo exprimido».

Ulises Espejo, de 28 años, es ingeniero de telecomunicaciones. «Me gustó la carrera». Al finalizar entró en una consultora como auditor informático. «No me entusiasmó, pero aprendí mucho; aporta solidez a tu currículum». Y le sirvió para dar el salto al mundo de los videojuegos. En EA supervisa el lanzamiento de cualquier novedad. Ya piensa en irse a EE UU. «No hay que tener miedo a salir, es cuestión de perseguir aquello que te motiva».

Ignacio Izquierdo, de 30 años, con nota media de ocho en telecomunicaciones, dominio de alemán e inglés, empezó trabajando de informático en Madrid. «En las ofertas que vi de teleco pagaban muy poco». Probó suerte en Londres. «Tengo un sueldo bastante mayor de lo que tendría en España, pero en las grandes compañías todo está muy definido, no dan pie a la creatividad, no se innova nada, se va a lo seguro».

Ha pedido una excedencia para dedicarse a la fotografía. Se embarcará en un viaje de ocho meses alrededor del mundo. Buscará patrocinadores, hará fotos, las venderá a agencias de viajes y verá lo que surge.

¿Ingeniero arrepentido? «Creo que sí», dice Izquierdo. «Si pudiera volver a empezar, sabiendo lo que sé, estudiaría Bellas Artes». Sánchez también hace balance: «Debí haber empezado antes por mi cuenta, tardé demasiado en desengañarme de la consultoría».

En España, la escasez de personal empuja a muchas firmas a ofrecer a los ingenieros sueldos y responsabilidades muy por debajo de su cualificación. Según la patronal de las tecnológicas, AETIC, un programador recién licenciado apenas gana los 18.000 euros anuales, 16.000 en Internet. En Alemania y Suiza el sueldo puede llegar a los 30.000, 1,7 veces más.

Más en: Ingenieros arrepentidos [ElPaís]