La comisión transversal de las ingenierías busca acuerdos entre centros para organizar los nuevos planes de estudio
Los informáticos reclaman al Gobierno la urgente regulación de la profesión. «Tenemos un prestigio y un éxito reconocidos por la sociedad, sólo falta que los estamentos políticos nos lo reconozcan», manifestó el decano el Colegio de Ingenieros en Informática del Principado, David Melendi, en el transcurso de una sesión informativa celebrada en el campus gijonés para abordar el futuro académico de la profesión. Cristina Pelayo, decana del Colegio de Ingenieros Técnicos en Informática, se quejó de que el Gobierno continúe obviando a unos profesionales «de gran éxito económico, que generan en torno al 2 por ciento del PIB nacional». El mayor avance obtenido hasta ahora es la elaboración de las fichas de informática, pendientes de su publicación en el «Boletín Oficial del Estado».
Sobre la regulación de los títulos académicos hablaron el director de la Escuela de Ingeniería Técnica Informática, Pedro Hernández, miembro de la Conferencia de Decanos y Directores de Centros Universitarios de Informática, y el subdirector de la Escuela Politécnica de Ingeniería, Francisco Suárez, que se refirieron a los cambios que introduce Bolonia en las titulaciones técnica y superior. En adelante se atenderá a la transformación de estos estudios en un grado con cinco especialidades: ingeniería del software, ingeniería de los computadores, computación, sistemas de información y tecnologías de la información. El Gobierno deberá concretar si se corresponden con grados independientes o uno solo de carácter generalista con cinco menciones o especialidades. En lo que no hay duda es en que el futuro máster en ingeniería informática tendrá un carácter generalista.
Respecto a la configuración del mapa de centros, el director del departamento de Informática, Manuel Cueva, señaló que en la comisión transversal de las ingenierías en la que se está abordando la reforma universitaria aún no se ha valorado esta cuestión. Este nuevo órgano trata de buscar acuerdos entre las diferentes ramas de la ingeniería para abordar los créditos comunes que compartirán sus estudiantes. «Somos ingenieros y lucharemos por que se nos reconozca como tal», concluyó el director de la Escuela de Informática de Oviedo, José Emilio Labra.
Fuente: Informática exige la urgente regulación de la profesión [LNE]
Iñaqui Morlán, de la Universidad del País Vasco; Cristina Pelayo, del colegio de Ingenieros Técnicos; Javier Melendi, del de superiores; José Manuel Cueva, José Emilio Labra, Pedro Hernández Aráuzo de la Escuela Técnica de Gijón, y Francisco Suárez, de la Politécnica
Informática cuestiona las materias comunes propuestas por el resto de las ingenierías
«Química o Dibujo no nos sirven de nada», dijo el director del departamento, en coincidencia con las dos escuelas. «El saber no ocupa lugar pero ocupa créditos», dijo Cueva.
El director de la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Informática de Oviedo arengóayer a los numerosos alumnos de Informática que casi llenaban el salón de grados delcampus de Gijón. «Hay que luchar para que se nos tenga en cuenta, tenéis que haceros valer. Sois importantes. Sois ingenieros». José Emilio Labra cerró con su intervención las exposiciones de la mesa redonda que sobre la regulación de la profesión y la adaptación de los estudios al Espacio Europeo de Educación Superior organizó el departamento de Informática.
Y es que la delicada situación en que se encuentran los informáticos, sin regulación, sin atribuciones profesionales y sin voz nacional por carecer de Consejo de Colegios de Ingenieros Informáticos, mantiene expectantes a los centros universitarios ante el nuevo mapa de Bolonia, una vez que el Consejo de Universidades dio las directrices para elaborar los nuevos planes de estudios.
La Universidad de Oviedo ha decidido que sean las propias escuelas y departamentos de ingeniería los que afronten, de común acuerdo, los nuevos planes de estudios. Pero va a ser difícil alcanzar el consenso. Tras la constitución el pasado jueves de la Comisión de Enseñanzas Técnicas, la primera reunión de trabajo, mantenida a las cuatro de la tarde del martes, ya puso de manifiesto la diferencia entre estudios. Las asignaturas comunes a todos los ingenieros, sean industriales, de minas, forestales, de telecomunicaciones, químicos o informáticos, despertó ya los primeros desencuentros.
Y fueron tan notorios, que la reunión finalizó con un evidente y manifiesto malestar por parte de los ingenieros informáticos, que no tuvieron reparo en hacer partícipes a los asistentes a la mesa redonda de las pretensiones de las que dieron en llamar «ingenierías tradicionales». Lo hicieron tanto al director del departamento, Juan Manuel Cueva, como el de la Escuela de Ingeniería Técnica de Oviedo, José Emilio Labra.
El que abrió el fuego fue Labra, para destacar el empeño del resto de las ingenierías en incluir la Química como materia común. «Un ingeniero informático no necesita la Química para nada», afirmó, aún con el enfado del día anterior latente, mientras Cueva Lovelle, menos enfático pero más rotundo si cabe, apostilló después: «Querían incluir como asignaturas comunes la Química, el Dibujo y hasta la Termodinámica. No nos lo podíamos creer. Decían que el saber no ocupa lugar, pero nosotros apostillamos que sí ocupa créditos».
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