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Las crisis ponen a prueba los principios. Y la magnitud de la actual está resquebrajando algunas creencias básicas del empresariado. El presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, realizó ayer una insólita defensa del intervencionismo gubernamental para que la tormenta económica amaine. "Creo en la libertad de mercado, pero en la vida hay coyunturas excepcionales. Se puede hacer un paréntesis en la economía de libre mercado", sugirió el líder de los empresarios apelando directamente al Gobierno para que sea más intervencionista.
Díaz Ferrán tiene muy claro lo que debe hacer el Ejecutivo para sortear los malos tiempos. Lejos de proponer medidas de inversión productiva o de refuerzo del gasto social, el presidente de la patronal pide financiación a las empresas. "El ICO [Instituto de Crédito Oficial] tiene que buscar soluciones, hacer una excepción y dar avales a los bancos para que financien el circulante de las empresas". Es decir, Díaz Ferrán pide que ese organismo público, cuya misión es otorgar créditos destinados a inversiones, avale cualquier otro gasto de las empresas -sobre todo de las pequeñas y medianas- para evitar que quiebren.
Consciente de la contradicción que encierran estos postulados, el presidente de la CEOE lo justifica así: "No he visto ninguna situación como ésta en España ni en el mundo. Si no se toman medidas excepcionales, el paro será mucho mayor de lo que el Gobierno cree". Y el millón de parados más que pronosticó hace meses, asegura, se quedará corto a medio plazo.
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