Rebelde con causa
ROBERTO GARCÍA
Leo un artículo titulado «Generación Chollo» donde se reflexionaba sobre las virtudes de la FP y las oscuridades de los estudios universitarios, en definitiva, del mercado laboral; y, aunque no puedo más que estar de acuerdo con todas y cada una de sus palabras, es imposible dejar de entrever un cierto utilitarismo extremo, un pragmatismo tremendamente peligroso, una especie de llamamiento, sutil, a hacer realidad la distopía huxleyana de «Un mundo feliz».
Nadie normal duda que los de mi generación fuimos estafados y engañados, ¡fíjense quien lo dice! Uno que estudió Derecho, una de las titulaciones más lamentables a la hora de encontrar curro, a excepción de ser hijo de los miembros de la secta o contar con un buen padrino, también he intentado ponerme por mi cuenta, por cuenta ajena, trabajar gratis, pagar para trabajar, hacer espiritismo laboral, vender mi alma al diablo -sólo la mitad, eso sí, porque el resto de la vendí al Colegio de Abogados- y nada de nada.
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