Los ingenieros químicos crean la Conferencia de Decanos y Directores


La titulación afronta el Espacio Europeo sin competencias profesionales reconocidas.

Dicen los químicos y los ingenieros químicos que fuera de España la versión técnica de la titulación es tan prestigiosa como cualquier otra ingeniería, pero lo cierto es que en España está considerada hija de un dios menor. Y es que, aunque nacida aquí en 1992, todavía sus graduados no disponen de las competencias y las atribuciones profesionales que la ley otorga a todo ingeniero de cualquier otra rama, es decir, no les faculta para firmar los proyectos que pudieran elaborar o dirigir obras o diseñar tecnología. «Sabemos que por su carácter de disciplina abierta, las actividades profesionales de los ingenieros químicos se solapan con las de otros profesionales de la ingeniería, pero no buscamos ningún tipo de exclusividad en las atribuciones profesionales, sino el reconocimiento de los conocimientos y competencias adquiridas en cada uno de los niveles formativos», explica el decano de Química, José Manuel Concellón, tras destacar «la excelente inserción laboral de los egresados».

Y es desde esa situación -en un terreno en ocasiones común con la licenciatura de Química y con la Ingeniería Técnica Química, y con unas enseñanzas repartida entre facultades y escuelas- desde la que los directores y decanos de Ingeniería Química de España constituyeron la pasada semana la Conferencia nacional. Con las siglas CODDIQ, correspondientes, que no acrónimas, a Conferencia de Directores y Decanos de Ingeniería Química, nace con la clara intención de incorporarse al debate del Espacio Europeo de Educación Superior y constituirse como grupo de presión para defender los intereses de la titulación.

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