La digitalización de la industria asturiana


La digitalización es un término muy manido y que provoca respeto en muchos ámbitos. En el sector industrial no es menos, siendo caballo de batalla con grandes inversiones y resultados dispares.

Esto de la digitalización no va de imponer el CRM o ERP de moda; o de instalar WIFI en las instalaciones sin un cometido claro. Esto va de entender los problemas, analizar soluciones e implantarlas -no imponerlas- de la mano de los usuarios. Para obtener un cambio efectivo hay que ir desde abajo, donde las cosas pasan, para entender donde están los problemas del día a día que entorpecen a la gente. Esa gente a quien, cuando se le impone el enésimo cambio sin consultarle o empatizar con él, marca la mayor barrera de entrada de la tecnología. 

Digitalizar e innovar en muchos casos van de la mano y se hacen bien uno a otro. Cuando, por ejemplo, se innova para optimizar un proceso se repiensa el trabajo desde la base, tratando de entender donde están las dificultades, los cuellos de botella y los errores que hacen que ese proceso esté en nuestro radar. En muchas ocasiones pasa por utilizar alguna tecnología (habitualmente digital) que pueda ayudarnos a simplificar o agilizar donde se pueda. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no siempre la innovación pasa por lo digital.

David P. Pancho.
Vicedecano de COIIPA.