POR FERRÁN AMARGO
El nuevo Espacio Europeo de Educación Superior, popularmente conocido como Proceso de Bolonia a raíz de la Declaración de Bolonia firmada en 1999, perseguía la convergencia real de estudios universitarios, el fomento y la mejora del flujo de profesionales entre países. Este acuerdo, alcanzado en la teoría, no se está llevando a la práctica a nivel de las ingenierías o, al menos, se ha quebrado el consenso inicial en España a la hora de conseguirlo.
Como prueba del «no consenso», no hay más que echar un vistazo al panorama actual: estudiantes encerrados en el Rectorado de la Complutense, manifestaciones, comunicados en contra por parte de algunos implicados. Se está viendo cómo el Ministerio de Ciencia y Tecnología está dando la espalda al sistema profesional causando un grave problema a la concepción futura de las titulaciones; el Graduado en Ingeniería no converge con Europa, ni en contenidos, ni en atribuciones. El boceto enviado por el Ministerio no afecta a los actuales titulados en Ingeniería o Ingeniería Técnica, sino que afectará a nuestros graduados en Ingeniería del futuro: al nuevo ingeniero. Por ello, y para que no resulte devaluada su titulación, he considerado que es necesario exponer los puntos de reacuerdo.
Las actuales fichas rompen con este consenso firmado. El futuro Graduado será inferior al actual Ingeniero Técnico, a pesar de tener un año más de estudios. El Ministerio debería hacer una reflexión profunda, máxime cuando todos los sectores de los empleadores y algunos colectivos profesionales han venido exponiendo la falta de vocaciones en Ingeniería con cerca de 30.000 en cinco años para cubrir las necesidades del mercado. Pero ello no será posible si el estudiante que da el paso de ir a la universidad detecta que las futuras titulaciones ya no son de 4 años, sino que se necesitan seis para obtener las correspondientes atribuciones. Este engaño inicial hará que se incrementen las deserciones en las universidades y que se pierdan más vocaciones de las que se estaban ya perdiendo. Por favor, reflexión ya, que seremos el único país de Europa que plantea los ingenieros con seis años de estudios. ¿Qué ha pasado en las ingenierías que no ha ocurrido en el resto de titulaciones ya adaptadas? ¿Por qué en el resto siempre ha habido consenso entre profesiones y en este caso no? ¿Todas las profesiones -arquitecto, médico, abogado…- tienen plenas atribuciones en el Grado y en las ingenierías se desea el Máster?
No obstante, lo más preocupante es que, tal y como está orientado en la actualidad el Proyecto, los puntos fuertes de Bolonia, como son el fomento del empleo o la movilidad europea, se escapan y dejan de ser claves. Desde que comenzó a gestarse el Proyecto de Bolonia, siempre he apostado por su línea coherente y por sus objetivos, pero como persona fiel a mis convicciones, cuando veo que las cosas no siguen su camino y que esa línea coherente se pierde, sigo apostando por lo que creo, pero persiguiendo esta vez halos de coherencia. Llegamos tarde a las nuevas ingenierías y ahora, además, mal y sin calidad.
En muchos países de Europa ya se han implantado un grado de tres años. Nosotros lo vamos a realizar en cuatro. ¿No vamos a dar atribuciones a los que lleven cuatro años en la universidad y van a tener que estudiar dos más, para hacerse más generalistas? Ridículo. De Europa vendrán con tres años y con plenas atribuciones. ¿Seremos importadores de ingenieros? Las empresas -los empleadores- quieren universitarios jóvenes y generalistas con capacidad de especializarse en el Máster y no al revés. ¿Convendrá a los estudiantes del Grado en Ingeniería matricularse o convalidar en otros países? Reitero, esperemos que no falten ingenieros por falta de ingenio a nivel de los gobernantes y de las universidades.
Fuente: ‘¿Falta de ingenieros por falta de ingenio?’
En conexión con Bolonia
Los informáticos reclaman atribuciones y competencias como el resto de ingenierías.
Imagínese que para construir una autovía, un túnel, crear una instalación eléctrica hospitalaria, una red de telecomunicaciones… no se exigiese una titulación y conocimientos acreditados. Es así como resumen su situación los ingenieros informáticos (técnicos y superiores): los sistemas pueden ser diseñados, construidos, instalados y explotados por cualquier persona. Contra esta falta de regulación profesional ayer salieron a la calle cientos de estudiantes y profesionales que reclamaron con pancartas y consignas que atribuciones profesionales y competencias, como el resto de ingenierías.
Tres robots fabricados en la escuela de Informática de Oviedo abrieron la marcha desde Renfe hasta la Plaza España, donde se dio lectura a un manifiesto ante la Delegación del Gobierno. El problema viene de atrás y ahora, con la implantación del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), se agrava. Qué piden? Que se les dé atribuciones profesionales y competencias, es decir, que se exija la titulación para firmar proyectos y realizar trabajos de su profesión y que se regulen los estudios en el marco de Bolonia. En resumen: tener el mismo estatus que el resto de ingenierías. Cristina Pelayo, presidenta del colegio de ingenieros técnicos informáticos del Principado, añade a esta reclamación que se cree el Consejo de Informática. A su juicio, la falta de regulación ha favorecido el crecimiento del intrusismo. "Nos preocupa mucho el tema de la responsabilidad civil, que haya personas haciendo sistemas informáticos que no son profesionales, nos parece intolerable". La petición de regulación también afecta a los estudiantes de FP. "Igual que para un electricista se solicita un ciclo medio o superior, debe pedirse lo mismo en informática", añade.
Darío Alvarez, profesor de Informática en la Universidad de Oviedo, recuerda que con el escenario de Bolonia, el Gobierno saca fichas –documentos que regulan los contenidos y competencias de los estudios– a todas las ingenierías menos a la informática. "Queremos tener una ficha como los demás, no podemos ser la única ingeniería sin atribuciones profesionales. No pedimos nada especial, queremos igualdad de condiciones con todos". No es que vayan a desaparecer los estudios pero aún no saben cómo quedarán.
Entre los estudiantes hay unanimidad. Alejandro Cuesta, miembro de la plataforma y estudiante de informática en Gijón, hace un resumen: "Queremos atribuciones y competencias, que desaparezca la precariedad laboral". Que el ministerio, dice, "tenga estudios informáticos y no dé capacitación profesional es una estafa, así de simple". Por el momento y hasta que se dé una solución, anuncian que seguirán en la calle.
Fuente: En conexión con Bolonia
- Los organizadores creen que no se han logrado resultados con la anterior manifestación
- Afirman que seguirán protestando hasta lograr su objetivo
Más en: Ingenieros Informáticos de todo el país siguen protestando por sus atribuciones
Estudiantes y titulados de ingeniería informática piden la regulación de su profesión
Los informáticos vuelven a pedir en Oviedo la equiparación al resto de las ingenierías
Los inútiles movimientos anti-Bolonia
Contemplo con cierta ternura los movimientos estudiantiles que hay en España contra la ley que va a regular el régimen de convalidación de títulos universitarios dentro del marco de la Unión Europea, la conocida como Ley Bolonia.
No entro a valorar la ley en sí, cuyo contenido desconozco, pero para el caso que me ocupa, me da igual. Lo que me produce ternura es verles, tan dispuestos a cambiar este mundo tan cruel: el inevitable cambio climático que nadie hace nada por resolverlo, nuestro planeta que languidece, las instituciones llenas de políticos corruptos que no saben de verdad lo que el pueblo quiere, el hambre, las guerras… y tantos motivos por los que el joven idealista lucha.
De estos movimientos estudiantiles universitarios sólo cuatro o cinco sacan tajada, y no son los que más gritan. Suelen ser los segundos o terceros de a bordo, los que menos gritan y más contactos hacen. Suelen ser aquellos que han estado «en el cotarro», pero sin exponerse. Ellos conseguirán plaza en la «Uni», que para eso se han movido o conseguirán un trabajo en la empresa gracias a los contactos mantenidos desde dentro de la Universidad. Pasado un tiempo, ya con esposo/a y una hipoteca, les traerá al fresco Bolonia, París, Atenas o la madre que los parió. Y hasta sus mismos estudiantes les traerá al fresco.
Los cabecillas suelen seguir con sus ideales un tiempo, hasta que se decepcionan abandonados a su suerte por los «compañeros», los que le apoyaban en su día, los medios de comunicación a quienes ya no les interesan ni sus actividades, ni Bolonia, ni mucho menos su persona. Los cabecillas, en el mejor de los casos, acaban sus carreras universitarias y algunos, los menos, son fichados «para la causa» por algún sindicato que los tienen haciendo fotocopias y cartelería variada en la sede durante las tardes de los sábados: «es por la causa, compañero. Quédate aquí, que hoy tengo cena con el comité…¡qué pesados son!… si necesitas algo, llámame«.
Para bien o para mal, cambiar no cambiará más que aquello que tenga que cambiar y que ya está dentro de los «posibles» para ser modificados, que para eso hay gente con experiencia moviendo los hilos. Mientras tanto, algunos ilusos seguirán pasando frío encerrados en universidades hasta que papá les llame al orden y los más regresen cabizbajos a tomarse el turrón y contar su epopeya reivindicativa en la cena de nochebuena, mientras la madre o el padre le pregunta acercándole un plato: ¿No quieres más gambas?
Fuente: Los inútiles movimientos anti-Bolonia
Sarkozy pospone la reforma educativa por temor a un «efecto griego» en Francia
NO a TODO en relación a la Ingeniería Informática en España
El pasado 19 de Noviembre más de 40.000 profesionales y estudiantes de Ingeniería e Ingeniería Técnica en Informática en 35 ciudades diferentes salieron a la calle reivindicando una regulación de su profesión y que sus estudios no se desregulen, como es la intención del Gobierno.
Tras semanas de negociaciones y contactos, el gobierno se ha hartado de decir que en la transposición de la Directiva Europea de Servicios (Ley que establecerá el nuevo marco de las profesiones reguladas) se daría solución a las reivindicaciones de este colectivo, pero NO permite que los Ingenieros [Técnicos] en Informática estén presentes en la negociación. Pero al resto de Ingenieros SI.
Se niega la creación de los Consejos de Colegios de Ingenieros [Técnicos] en Informática, llegando incluso a decir que las leyes autonómicas que crearon los 11 colegios existentes no tienen base legal.
Se van a aprobar en el Consejo de Ministros las fichas de las demás ingenierías, LA DE LA INGENIERIA INFORMATICA NO. Lo único que el Gobierno ha decidido es ponerse a estudiar ahora que solución darán en el futuro.
El gobierno dice que la Ingeniería Informática no tendrá atribuciones, por considerarlas una restricción innecesaria a la libre competencia.
Todo esto se entiende como un NO a todo, y como que el dialogo están en punto muerto. En esta situación los comités de creación de los consejos de colegios no pueden más que informar a los Ingenieros [Técnicos] en Informáticas y estudiantes, que la única forma de llegar a conseguir nuestras reivindicaciones, es la movilización. Por tanto apoya todas aquellas iniciativas que se planteen por entidades representativas y emplaza a los profesionales a que colaboren activamente con todas estas iniciativas.
La manifestación convocada por los estudiantes en Madrid para el día 18 de Diciembre a las 12:00 de la mañana, partirá del Estadio Santiago Bernabeu y llegará a los Ministerios de Economía e Industria, que son los dos Ministerios que están bloqueando la regulación profesional de los ingenieros en informática En paralelo se llevarán a cabo manifestaciones en ciudades como Sevilla, Zaragoza, Oviedo, Las Palmas de Gran Canaria, Santa Cruz de Tenerife, Albacete, Burgos, León, Salamanca, Cáceres y Coruña.
Nota del COIIPA:
El COIIPA mantiene su coordinación con los órganos de representación nacionales y apoya plenamente sus decisiones.
En próximos comunicados se seguirá informando a toda la Comunidad Profesional, y al resto de la Sociedad, de este extraño callejón sin salida que genera, a nuestro juicio, dos situaciones extremas:
1) Una suerte de Segregación Profesional entre ciudadanos cuyos trabajos están REGULADOS frente a los NO REGULADOS.
Injusta y que responde a intereses no claramente explicados, ya que el resto de Ingenierías siguen apostando pon un modelo de Atribuciones Profesionales tras el denominado proceso de Bolonia.
2) Un serio compromiso para el desarrollo tecnológico de nuestra nación, gran esperanza para lo que se viene denominando Sociedad del Conocimiento, precisamente en un momento de cambio de modelos económicos.
Lo que consideramos, como mínimo, toda una hecatombe sociológica para los próximos meses
Se adjunta comunicado íntegro conjunto del CCII y CONCITI
Más información en: Estado de las negociaciones
Informática vale una ingeniería
Hace 30 años que se empezó a impartir en las aulas de las universidades españolas la carrera de Informática. Nació, por intereses espurios, agraviada. Mientras aquellos estudiantes compartían aulas y asignaturas en primero de carrera con el resto de futuros ingenieros de otras especialidades, tras finalizar seis cursos de carrera, seis, y su proyecto de fin de carrera, aquellos no serían distinguidos con título de Ingeniero alguno, si no que se les otorgaría el título de Licenciado en Informática, la única licenciatura que se componía de seis cursos más proyecto de fin de carrera. El resto de licenciaturas se componían de cinco cursos y no tenían proyecto de fin de carrera.
Entre tanto, la carrera de ciclo corto se componía, como el resto de ingenierías técnicas, de tres cursos más proyecto de fin de carrera. Pero los egresados no acababan siendo ingenieros técnicos, sino diplomados en Informática, la única diplomatura universitaria que obligaba a la elaboración de un proyecto de fin de carrera.
Esto se traducirá en una amalgama de denominaciones y disparidad de materias que hará difícilmente reconocible a los titulados universitarios en Informática, que dificultará su reconocimiento a los ojos de las empresas en el mercado laboral y que les hará difícil competir más allá de sus límites provinciales y no digamos allende nuestras fronteras. ¿Quién reconocerá como sucedáneo de ingeniero en Informática a los graduados en Cibernética, a los graduados en Sistemas de Información o a los graduados TIC que se están proponiendo en alguna Universidad del Estado? En la actualidad, cualquier empresa reconoce lo que es un ingeniero en Informática en todo el territorio del Estado, en el resto de Europa y en todo el mundo.
Más en: Informática vale una ingeniería
Y en: Jacinto Canales en III Jornas COIIPA
Más en: http://www.youtube.com/COIIPA
Los informáticos vuelven mañana a las calles para defender su profesión
EUROPA PRESS
MADRID.- Los Ingenieros informáticos y los estudiantes de Ingeniería Informática han convocado mañana una manifestación en 12 ciudades españolas para volver a reivindicar al Gobierno una regulación de su profesión y que no se desregulen los estudios de esta carrera.
Según afirmaron en un comunicado el Consejo General de Colegios de Ingenieros en Informática (CCII) y el Consejo General de Colegios de Ingenieros Técnicos en Informática (CONCITI), se paralizarán las clases en la mayoría de las Escuelas de Ingeniería Informática y "decenas de autobuses partirán desde distintos puntos de España para unirse a la manifestación".
Asimismo, estos colectivos denuncian que el sector, al contrario que otros grupos de ingenieros, no está presente en la negociación para transponer la Directiva Europea de Servicios, que establecerá el nuevo marco de profesiones reguladas.
También acusan al Gobierno de negar la creación de los Consejos de Colegios de Ingenieros en Informática ya que, a su juicio, el Ejecutivo dice que "las leyes autonómicas que crearon los 11 colegios existentes no tienen base legal".
Además, destacan que el Consejo de Ministros no aprobará las fichas de esta especialidad ingeniera y que el Gobierno "lo único que ha decidido es ponerse a estudiar ahora qué solución darán en el futuro".
"Todo esto se entiende como un no a todo, y como que el diálogo está en punto muerto. En esta situación los comités de creación de los consejos de colegios no pueden más que informar a los Ingenieros en Informática y estudiantes, que la única forma de llegar a conseguir nuestras reivindicaciones, es la movilización", concluyen el CCII y el CONCITI.
Además de Madrid, otros ciudades como Sevilla, Zaragoza, Oviedo, Las Palmas de Gran Canaria, Santa Cruz de Tenerife, Albacete, Burgos, León, Salamanca, Cáceres y A Coruña acogerán las protestas.
Fuente: Los informáticos vuelven mañana a las calles para defender su profesión
Los estudiantes han convocado mañana jueves una manifestación en doce ciudades españolas, incluida Oviedo
Más en: Los ingenieros informáticos vuelven a manifestarse para exigir la regulación del sector
Oficios, títulos y titulines
Hace años, cuando mi columna vertebral aún daba para eso, tuve una pequeña embarcación neumática con motor, que subía y bajaba desde mi casa a la costa con gran entusiasmo y considerable esfuerzo. La verdad es que era un peñazo, pero me divertía.
En cierta ocasión, al entrar con ella en una ensenada, me pararon unos uniformados que me exigieron que les mostrara “mi titulín”. “¿Qué?”, pregunté, perplejo. Me enteré entonces de que para conducir cualquier barca con motor, por minúscula que sea, hay que obtener un título que, como es muy poca cosa, lo llaman “titulín”.
Al principio me pareció ridículo pero, tras pensarlo, concluí que era sensato. A fin de cuentas, por pequeño que sea el bote, uno va por la orilla con una hélice en marcha, por allí hay gente nadando o buceando… En fin, que conviene estar adiestrado en lo que se puede hacer y en lo que no, y en cómo hacerlo.
Hay profesiones, empleos y oficios que no requieren ningún título. Si uno pinta cuadros, lo hará mejor o peor, pero no pone nada en peligro, salvo el buen gusto. Pasa lo mismo con la escritura. Y con el periodismo: he tenido a mi cargo licenciados en Ciencias de la Información incapaces de hacer la O con un canuto y primorosos escritores autodidactas.
Asunto muy distinto es el de los cirujanos, o el de los ingenieros, o el de los arquitectos. Son profesiones de riesgo. Por más que el título universitario no certifique su pericia, aporta una mínima garantía. Es exigible.
Ahora se discute si hay que tener título para ejercer de informático. Jamás le he pedido a nadie del ramo que me enseñe ningún diploma.Al tercer día de trabajo uno ya sabe si es competente o si es mejor mandarlo a freír espárragos. (sic)
Fuente: Oficios, títulos y titulines
Las protestas contra Bolonia amenazan con superar las que provocó la LOU
Las principales críticas hacia este modelo educativo son la privatización y la falta de recursos
Profesores y alumnos prevén que se intensificarán con la adaptación de más carreras al espacio europeo
El curso universitario ha comenzado caldeado. Aunque a la llamada declaración de Bolonia le quedan pocos meses para cumplir ya un decenio, las protestas en contra de este proceso, cuyo objetivo es crear un espacio europeo de la educación superior, han arreciado en las últimas semanas, y la previsión de muchos es que se intensifiquen en los próximos meses.
Las movilizaciones comenzaron en España hace un par de años, pero con manifestaciones aisladas y poco numerosas. De hecho, las universidades gallegas, que en la campaña en contra de la LOU lideraron las críticas, en este caso han ido detrás de las protestas nacionales. Pero, desde el comienzo de este curso, Bolonia parece haber despertado la conciencia de muchos profesores y estudiantes que aseguran que las reivindicaciones se intensificarán e incluso podrán alcanzar y superar las que se llevaron a cabo en contra de la LOU a finales del año 2001.
Manifestaciones masivas, concentraciones y encierros -con Barcelona a la cabeza-, hacen prever que después del parón navideño las aulas vuelvan a la carga. Incluso en Galicia, las dos jornadas de huelga y las concentraciones convocadas por el Sindicato de Estudiantes tuvieron un seguimiento importante, aunque a años luz de las del 2001.
Las medidas derivadas de Bolonia, sin embargo, se están aplicando en las universidades. En Galicia hay cinco titulaciones que ya se han adaptado a las directrices del espacio europeo, Políticas y Matemáticas en Santiago, Bellas Artes en Vigo, y Terapia Ocupacional y Sociología en A Coruña. El decano de esta última, José Luis Veira, es de los que opinan que las movilizaciones pueden ir en aumento «porque todo el mundo tiene distintas razones para protestar, incluso desde diferentes ideologías».
¿Y por qué se ha esperado hasta el 2008 para rebelarse? Porque no ha sido hasta ahora que la abstracción de una declaración se ha plasmado en medidas concretas.
[…]Aunque la filosofía es más amplia y camina hacia la movilidad europea y la homologación de los sistemas de educación superior, hay varios puntos clave en la declaración de Bolonia. Las diplomaturas y licenciaturas pasarán a llamarse grados y todas tendrán en España una duración de cuatro años (salvo excepciones, aunque en muchos países de Europa se optó por tres años); serán carreras generalistas y la especialidad vendrá de la mano de los posgrados; los créditos de un título se fijarán en función de las horas lectivas y de los trabajos del alumno, con lo que la asistencia a clase será casi imprescindible; se buscará más financiación con inversión privada, aunque la base seguirá siendo la pública. Si comenzaron las movilizaciones con poco más de 150 títulos adaptados en toda España (los menos polémicos), cuando se adapte todo el sistema universitario, el debate estará servido.
Más en: Las protestas contra Bolonia amenazan con superar las que provocó la LOU
«Bolonia podría haber hecho una reforma a fondo de las ingenierías»
La adaptación de los planes del estudio al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) marcará su nuevo mandato como director. ¿Cómo va este proceso?
-Empezamos con la experiencia piloto en 2002, antes de que empezaran la Universidad de Córdoba y la Junta de Andalucía. De hecho, la Junta adoptó nuestro modelo de experiencia piloto. Más allá del cambio metodológico, la clave es el cambio del concepto de título. El concepto de título de grado de cuatro años del EEES colisiona con el concepto clásico, desgraciadamente decimonónico, de la Ingeniería en España, donde hay un ingeniero técnico y un ingeniero. Esto tenía sentido en algunas profesiones, como la arquitectura, pero en el resto tienen prácticamente las mismas atribuciones y las empresas contratan a los técnicos porque cobran menos por hacer lo mismo. Pensábamos que se iba a aprovechar la convergencia europea para cambiar esto, pero nos hemos encontrado con los intereses de los colegios profesionales e incluso de las propias escuelas, que no quieren que las cosas cambien y por eso el Ministerio se ve atado de manos a la hora de hacer una definición de los títulos.
-El plan de estudio, según el decreto de ordenación de las enseñanzas universitarias, tiene nueve apartados, de los cuales uno son los contenidos, que es el único que no podemos hacer a la espera de que el Ministerio saque los decretos con los contenidos. Lo que sí vamos a hacer es la definición de competencias, del sistema de garantía interno de calidad y todo lo que podemos ir trabajando. El próximo día 17, en la Junta de la Escuela, dejaremos constituidas las comisiones para la creación de los planes y ya podremos empezar a trabajar en este sentido. Además, probablemente, después de Navidad estén listos los decretos del Ministerio y podremos definir los contenidos.
-Ya en nada. Bueno, digamos que es una oportunidad para hacer un cambio metodológico y para adaptar las titulaciones al mercado. Sin embargo, creo que el cambio podría haber sido más intenso. El beneficio del plan Bolonia [como también se denomina al EEES] podría haber sido mayor, si se hubiera acometido una reforma a fondo de las ingenierías. Pero no se va a tocar nada. Los títulos van a cambiar de nombre y de duración pero van a seguir dando acceso a las mismas profesiones y así lo fijan los decretos.
-Hay que partir de que estas titulaciones no van a desaparecer. Sin embargo, no están reconocidas, reguladas, por el Ministerio. Es decir, no se le exigen unos contenidos mínimos definidos por Ley, sino que ahora mismo son las universidades las que tienen la capacidad de configurar estos títulos. Las universidades españolas ya estamos de acuerdo sobre cuál debe ser el contenido. Ahora la batalla es que el Ministerio que nos supervisa admita la regulación de la profesión. Algo que creo que debe hacer de manera urgente.
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