Bolonia no puede acabar en otro fiasco


Manuel Castells, sociólogo y profesor de la Universidad californiana de Berkeley, conocido en el Principado por ser el coordinador de un voluminoso informe, Estrategias para la Reindustrialización de Asturias, pintaba hace unos días un cuadro crítico de la realidad universitaria: «Tras tres décadas como catedrático en España y en algunas de las mejores universidades del mundo, sigo percibiendo en muchas de las nuestras el predominio de los intereses corporativos y personales sobre los valores de la educación y la ciencia». Reflexionaba el catedrático sobre la próxima transformación que imponen los acuerdos de Bolonia.

Bolonia es a la Universidad lo que el euro a la economía: un sistema único de enseñanza superior en toda Europa. Persigue que el título de un ingeniero alemán valga lo mismo que el de un español, que sus estudios tengan una estructura similar y que su currículum académico sea homologable para la empresa que decida contratarle aquí o en cualquier otro país comunitario. A partir de ahora, las carreras de siempre pasarán a ser estudios de grado (de tres o cuatro años), a los que se añadirá un máster (de uno o dos años) y finalmente un doctorado. El cambio comporta unificar un sistema pedagógico y un método común de evaluación para que los resultados sean equiparables en toda Europa. Las clases ya no será magistrales, sino más participativas. El trabajo por cuenta del alumno pesará mucho. El sujeto del aprendizaje se traslada del profesor al estudiante. La forma de medir su esfuerzo académico no serán únicamente las horas lectivas, sino también sus trabajos, sus lecturas y sus prácticas. En teoría, una verdadera revolución universitaria.

En Asturias hay un proceso contra el reloj para adaptar las enseñanzas. La Universidad acaba de aprobar esta misma semana doce grados y veintiocho máster. Los primeros pasos parecen indicar que preocupa más avanzar en un traspaso nominal de las viejas titulaciones que en nuevas propuestas que resalten las ventajas competitivas de la Universidad asturiana. Cada departamento, cada campus, intenta conservar su cuota de poder. Dejarse llevar por esa inercia es desaprovechar la oportunidad que brinda Bolonia para acometer una transformación a fondo. Estamos inmersos en una gran crisis. Quien tenga el conocimiento posee la herramienta principal para superarla antes. Y la formación del conocimiento está en las universidades.

La reforma fue acogida hace diez años con mucha ilusión. El entusiasmo ha ido decreciendo. Los bandazos han sido constantes. Alimentan una legión de escépticos. Ministras españolas del mismo partido que se sucedieron en Educación han mantenido criterios radicalmente distintos sobre aspectos clave del proyecto. Algunos todavía no resueltos, como las atribuciones profesionales entre ingenieros y peritos.

Gobierno central y comunidades autónomas han estado pasándose la pelota sin que nadie liderase verdaderamente el cambio. La decisión de suscribir el acuerdo fue del Gobierno central. Las competencias universitarias son de las comunidades autónomas. Unos y otros se han desentendido de llevar la iniciativa, quizá para evitar que el que se mueva no salga en la foto. Por más que se diga que no supondrá costes añadidos, una enseñanza metodológicamente distinta y de mayor calidad como la que se plantea resultará más cara. La financiación, a estas alturas, todavía no está resuelta.

El físico asturiano Antonio Fernández Rañada suele repetir que si España no tuviera algún equipo de fútbol entre los cien mejores del mundo habría una escandalera nacional. Sin que la autoridad competente se ruborice, ninguna universidad española está entre las cien mejores del ranking mundial, prueba palmaria de su bajo nivel científico y docente. Más que su renta o producto interior bruto, lo que eleva el estatus internacional de un país es su potencial tecnológico, directamente proporcional a la eficiencia de su sistema educativo. Y, el español, salvo por sus malos resultados en el informe PISA o por el fracaso escolar, en nada destaca. La patente más rentable de la investigación nacional es una proteína, usada para ampliar muestras de ADN, hallada hace veinte años por la bioquímica asturiana Margarita Salas. En todo este tiempo, no ha habido ningún otro descubrimiento en el sector público que resultara más atractivo, lo que demuestra la sequía de España para los avances.

Asturias está preparando la Universidad del siglo XXI. En su diseño, frente a prebendas internas, debe primar el referente de los valores académicos. La adaptación a Bolonia coloca a las universidades en el mercado y las hará competir por el estudiante. Las mejores, las más dinámicas, tendrán más posibilidades. La brecha se agrandará para las que se duerman en los laureles, para las que se entretengan en su endogamia, no se rodeen de excelencia y no potencien a sus élites. Asturias necesita la mejor Universidad posible, también la que se adecue a los recursos disponibles, la que pueda pagarse. La Universidad española está dominada por la rutina de un sistema burocratizado, decía el profesor Castells. Cada reforma ha cambiado todo para que todo siga igual. Esta vez no puede suceder lo mismo.

Fuente: Bolonia no puede acabar en otro fiasco

El encuentro de asambleas de alumnos reclama en un manifiesto «definir el modelo de Universidad que queremos»

Estudiantes de diferentes puntos de España reunidos este fin de semana en Valencia han redactado un manifiesto común contra el Proceso de Bolonia en el que critican que con el Espacio Europeo de Educación Superior se trata a la educación como un «negocio» y a los estudiantes como «mercancías».

Y en: Bolonia reduce al universitario a mercancía, dicen los estudiantes

«La crisis ha obligado a demorar muchas decisiones de carácter técnico»


«El futuro pasa por pequeñas empresas convertidas en unidades de negocio permeables a la cooperación»

El gijonés Iván Montes es una de esas «leyendas urbanas» que mediada la década de los noventa del siglo pasado se vio obligado a «emigrar» a Madrid en busca de oportunidades laborales. Finalizados los estudios de Informática, no encontraba su lugar en Asturias. Hoy dirige con éxito la empresa Partner Tecnológico, una joven firma asociada al parque empresarial de Cabueñes y especializada en el desarrollo de software para la gestión industrial.

-¿Se considera usted una «leyenda urbana»?

-Soy de los primeros que se fueron a Madrid. Entonces no había tanto trabajo en Asturias y me vi obligado a salir fuera. Estuve allí un año y medio, pero siempre tuve muy claro que quería hacer mi vida aquí.

-¿Qué diferencias observa en el salto de la Universidad a la empresa?

-Hay bastante cambio. La Universidad te enseña conocimientos globales y tiende a reaccionar con más tardanza respecto al mundo real, pero también es verdad que su cometido no es enseñar a replicar un sistema, sino a que aprendas a hacer las cosas por tu cuenta. No obstante, en nuestro campo la Universidad de Oviedo tiene un nivel muy alto y está muy prestigiada en el campo de la informática.

-¿Cómo está afectando la crisis económica a su sector?

-Por el momento no nos está afectando, está tocando otros frentes. Pero nuestro mayor peligro es que llegue a nuestros clientes, que pueden ver afectada su capacidad financiera para desarrollar nuevos proyectos. En muchos casos lo que estamos viendo es que están retrasando decisiones, esperando a ver qué pasa en 2009; nos dicen que esperemos. La cuestión es que los departamentos técnicos dan aprobación a los proyectos que presentamos, pero luego falta pasar el filtro financiero de la empresa, ahí es donde puede haber un frenazo.

-¿Cómo está siendo este año?

-Para nosotros, 2008 está siendo el mejor año para la empresa. La crisis nos llega en un mal momento porque podría frenar esa progresión.

-Los primeros recortes afectan a los departamentos de I+D.

-Generalmente es donde más se sufren esos recortes. En empresas más grandes donde existe una desvinculación entre el personal técnico y el personal de finanzas podemos pasar sin dificultad el filtro técnico, pero lo que más miedo nos da es que esta crisis suponga un frenazo a esos proyectos porque los responsables de la empresa decidan aplazar inversiones. En este momento la perspectiva que tenemos es que nos encontramos en el mismo nivel de ofertas que hace un año, pero se alarga más el lapso de tiempo en que el cliente toma las decisiones.

-¿Qué les aporta su integración en el grupo Entec (Enlace Tecnológico)?

-Para nosotros, es vital. De cara a la pyme industrial, el grupo abarca todo el espectro de necesidades que debe cubrir una empresa en el entorno de la producción. Así las posibles vías de entrada a un cliente se multiplican porque todos trabajamos dentro de una empresa en el aspecto del producto final, aunque desde diferentes ámbitos cada uno, que nos permiten complementarnos muy bien.

[…]

-¿Qué es vanguardia en su sector?

-La mayor demanda viene de la automatización de los procesos productivos. Hay mucho por hacer en las pymes asturianas con las tecnologías de las que disponemos hoy día. Incrementar la automatización de los procesos industriales no conlleva una reducción del capital humano. Detrás de una máquina siempre debe haber personas, aunque no es lo mismo desarrollar un proceso de forma manual que contar con el apoyo de computadores. Se evitan pérdidas de tiempo innecesarias, se reduce el margen de error y bajan los costes.

-¿Cómo están viviendo las últimas movilizaciones del sector informático?

-Con bastante preocupación No es posible que pretendan hacer de la informática un conocimiento transversal. Ser informático no significa únicamente saber programar; para completar la automatización de un proceso productivo es necesaria una serie de conocimientos que sólo se estudian en la carrera. Hacer un proyecto, gestionarlo y llevarlo a un entorno informático exige un cierto nivel de especialización. En el momento actual de cambio debería buscarse la regulación de la profesión, pero se está aprovechando para diluir la carrera.

Más en: «La crisis ha obligado a demorar muchas decisiones de carácter técnico»

Y en: El capital humano, el principal valor de las empresas asociadas al grupo Entec

Internet ya se consume más que la tele


Un estudio revela que en España cada internauta utiliza la red 12,1 horas por semana, algo más de un punto por encima de la pequeña pantalla

Internet se ha convertido ya en el medio más consumido en España, con 12,1 horas a la semana por internauta, algo más de un punto por encima de la televisión cuyo consumo es de 11,7 horas por semana, un 11 por ciento menos que en 2004.

Ésta es una de las conclusiones del estudio europeo «Mediascope», realizado por la Asociación Europea de Publicidad Interactiva (EIAA), que ha realizado 9.000 entrevistas en diez países europeos, 1.000 de ellas en España, realizadas entre el 1 y el 21 de septiembre de 2008.

El consumo de radio es de 10,9 horas por semana, un 22 por ciento menos que en 2004, mientras que el de periódicos es de 4,4 horas por semana y el de revistas 3,6 horas.

Este estudio también se centra en el consumo simultáneo de medios, así un 23 por ciento ve la televisión simultáneamente con internet y un 21 por ciento escucha la radio.

En el caso del público de televisión, un 15 por ciento utiliza internet frente al televisor y un 14 por ciento reparte su atención con la prensa diaria.

Además, la encuesta concluye que, mientras la televisión, la radio y la prensa tienen picos de consumos en determinadas franjas horarias, internet tiene un consumo elevado, constante y heterogéneo en sus usos durante el período de tiempo más prolongado, de 10.00 horas a las seis de la mañana.

El 32 por ciento de los encuestados españoles asegura «sentirse perdido» sin la televisión, frente a un 27 por ciento de media entre los europeos y, en el caso de internet, esta cifra se reduce al 22 por ciento en España, frente al 35 por ciento en Europa.

El estudio revela que 178 millones de europeos, que representan el 60 por ciento de su población, se conectan regularmente a internet una media de 12 horas por semana, de los que 18,4 millones son españoles, sobre todo, los que tienen entre 35 y 54 años.

Mientras que en Europa el 84 por ciento de los europeos se dedican a búsquedas on line, en España es el 63 por ciento, pero supera a la media europea en conexión con redes sociales, un 47 por ciento frente al 41 de media europea, o la descarga de música: un 37 por ciento frente al 26 por ciento de la media europea.

En los últimos meses, el 79 por ciento de los encuestados españoles realizaron alguna compra en línea y gastaron 521 euros de media, sobre todo en billetes de tren o avión, vacaciones, música o entradas de cine y teatro.

En otro frente de la red, las estafas que se realizan son diez veces más de las que los consumidores denuncian, según estimaciones del Instituto Nacional de Consumo (INC).

Más en: Internet ya se consume más que la tele

‘Mileuristas’ para siempre


España perdió la oportunidad de crear empleo de calidad en los años de bonanza

La brecha salarial con los socios europeos se consolida y la paradoja sigue: se buscan profesionales, pero muchos se van

Como en España no se vive en ninguna parte. Hartos de oírlo, puede haber quien se lo crea. Pero unos cuantos datos podrían bajarle los humos a los optimistas. Por ejemplo: con los horarios de España se trabaja en muy pocas partes. Y con la tasa de temporalidad que hay el mercado laboral español, prácticamente en ninguna. En pocos países europeos hay tantos licenciados, máster arriba máster abajo, con sueldos mileuristas. Y en ningún otro país -al menos de la OCDE- el poder adquisitivo de los trabajadores ha bajado en plena década de bonanza. ¿De verdad que como en España no se vive en ninguna parte?

El kilo de ingeniero, de médico, de abogado, de licenciado, sale proporcionalmente en España más barato que en los países de su entorno, y los incentivos económicos para obtener un título universitario -la mejora salarial respecto al que carece de él- van a la baja con los años.

Un puñado de datos ilustra que tener título universitario no es un gran negocio. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el 22,7% de los trabajadores indefinidos y el 40,27% de los eventuales de entre 16 y 30 años desarrolla un trabajo que requiere menos preparación de la que tiene. Comisiones Obreras da una cifra absoluta: 1,3 millones de licenciados tiene un trabajo que no es acorde a su formación. Además, la diferencia de jornal entre los universitarios y los que no han acabado la secundaria ha caído un 40% entre 1997 y 2004, según un estudio de La Caixa. Los colectivos profesionales no dejan de quejarse de la devaluación de su trabajo, no sólo en términos económicos, sino también de prestigio.

"El hecho de que más de la mitad de los jóvenes estén empleados con contratos temporales perjudica el desarrollo de su potencial, con lo que esa parte de población que está más formada que la media no está sirviendo para mejorar la productividad de la economía española. La economía no se está beneficiando de su formación", dice Andrés Fuentes, economista primero del departamento de la OCDE especialista en España y Suiza.

El informe oficial del organismo, de 2008, también incide: "La economía no ha experimentado todo el beneficio de la enorme entrada de trabajadores cualificados", que son el 40% de aquéllos entre 25 y 35 años.

Más en: ‘Mileuristas’ para siempre

Ingenieros como los blancos


¿Saben aquell que diu que no quería estudiar en una rama de la ingeniería, sino que quería estudiar en pupitre, como los blancos? Es un chiste de tiempos pasados… ¿O no? Déjenme explicarles un problema del que quizás hayan oído hablar sin terminar de entenderlo.

La ingeniería es un conjunto de conocimientos científicos y tecnológicos junto a unas metodologías de aplicación para resolver un problema o cubrir una necesidad. En la Universitat de València, donde yo trabajo, se enseñan las aplicaciones de la ciencia y la tecnología desde antes que yo naciera, y se imparten titulaciones de ingeniería química, ingeniería electrónica, ingeniería informática e ingenierías técnicas de telecomunicación desde hace 15 años.

Tradicionalmente, en España las diferentes titulaciones de ingeniería tienen atribuciones profesionales, lo que implica que determinados proyectos, instalaciones o actividades deben ser realizadas o supervisadas por personas con una titulación específica. Por ello, la formación de los estudiantes de una especialidad debe tener un tronco común, que en la actual reforma de los planes de estudio se ha recogido en unas fichas que establecen el núcleo de cada ingeniería.

¿Y a qué viene el chiste inicial? El problema es que la última regulación importante de atribuciones para las ingenierías data de 1971. Las ingenierías más recientes, surgidas desde entonces, no han sido reguladas con atribuciones profesionales. Particularmente, la ingeniería informática, clave para el funcionamiento de las empresas, organizaciones y administraciones públicas en el siglo XXI, puede ser ejercida por personas de cualquier especialidad, incluso sin titulación universitaria, ya que no se exige la titulación de ingeniería informática para responsabilizarse del desarrollo, instalación y mantenimiento de un sistema informático.

¿Es posible? Aunque afortunadamente las Administraciones Públicas suelen pedir esta titulación para cubrir los puestos de trabajo responsables de sus sistemas y tecnologías de la información, y las empresas valoran dicha titulación, en demasiadas ocasiones la relativa novedad de la profesión y la confusión de la informática personal y popular (informática para todos, o llamar informático a todo el que trabaja con ordenadores) con la ingeniería informática tiene consecuencias impensables en otros campos. ¿Llama usted ingeniero de automoción al que sabe conducir un coche? ¿Encargaría usted a un mecánico, por excelente que fuera, el diseño e instalación de una planta de fabricación de vehículos? ¿Encargaría usted a un ingeniero de telecomunicación, que ha estudiado bastante electricidad, planificar y supervisar la instalación eléctrica de un hospital? Espero (por su bien) que no. Pues no confíe usted un sistema informático a alguien sin la titulación específica.

Lamentablemente, el Gobierno ha instado la elaboración de las fichas de las ingenierías, pero sólo de las que tienen atribuciones, y ha decidido no regular las ingenierías más recientes, con argumentos puede que aceptables, pero que de aplicarse coherentemente deberían conllevar la desregulación del resto de las ingenierías y la supresión de las atribuciones establecidas.

La falta de una ficha para la Ingeniería Informática (que parece van a subsanar ante la presión ejercida por estudiantes, profesores y profesionales) no quiere decir que la titulación vaya a desaparecer (los estudios pasados y futuros siguen siendo completamente oficiales y válidos), pero junto a la inexistencia de regulación de la profesión prolonga su discriminación respecto a otras ingenierías e impide el adecuado reconocimiento social de esta profesión, lo cual además dificulta seriamente el desarrollo de la sociedad de la información en España.

Así que si lee, oye o ve a los titulados e ingenieros informáticos protestando, recuerde que lo que quieren es ficha y atribuciones, como los blancos, y créame que eso sería bueno para ellos y para el conjunto de la sociedad.

Vicente Cerverón es profesor de la Escuela de Ingeniería ETSE de la Universitat de València.

Fuente: Ingenieros como los blancos

Las auxiliares de informática de Arcelor cifran en 80 los empleos recortados


Las empresas auxiliares de informática de ArcelorMittal cifraron ayer en más de 80 los trabajadores afectados por la decisión de la siderúrgica de prescindir del personal externo. Estos empleados, que trabajan para la multinacional en las plantas de Gijón y Avilés, serán reubicados por sus empresas en otros proyectos o actividades. El problema, según las compañías, es que en Asturias «faltan proyectos», lo que les hace temer tanto por el futuro de sus empleados, que ahora se encuentran disponibles, como por una parte de su actividad si no se retoman los proyectos con ArcelorMittal en un espacio «breve» de tiempo.

Según las mismas fuentes, la siderúrgica habla de marzo para reanudar la actividad, pero no hay fecha marcada». Entre las empresas de informática afectadas por el recorte se encuentran Seresco, Tales, Indra, Insa, Treelogic, Tecnocom, Intermark y Sopra. Ante el temor de que la actividad externa no pueda retomarse hasta el verano o, incluso, el otoño, las auxiliares muestran «preocupación».

Lunes 24 de marzo de 2008
Las empresas asturianas prevén graves dificultades para cubrir sus expectativas de trabajo para los próximos 2 años

Más Hemeroteca en: Historias Antiguas

El Web del COIIPA mejora su posicionamiento


El pasado mes de Noviembre se cierra con más de 8.500 usuarios únicos absolutos, ceca de 12.000 visitas y más de 20.000 páginas servidas, tras poco más de 8 meses de funcionamiento.

Pero las métricas más positivas son las 1,8 páginas de media por visita, el tiempo medio en el sitio cercano a los 2 minutos y, sobre todo, la tasa de retorno de más del 27%

Con una estrategia de posicionamiento basada en el press-clipping y la referencia a recursos originales en la red, siempre en relación a aspectos socioeconómicos considerados relevantes para la Ingeniería Informática preferentemente en el contexto regional, se entrelazan dichos contenidos con la producción propia de noticias y servicios.

El objetivo final es claro: ser un referente informativo no sólo para el Colectivo Profesional, sino para cualquier ciudadano interesado en la evolución de la Ingeniería Informática, su impacto en la Sociedad y su problemática.

Durante el próximo año 2009 seguiremos informando especialmente del momento crítico en que se encuentra la Profesión, y de todas las implicaciones que de ello se derivan, siempre desde una perspectiva lo más ámplia, veraz, participativa y transparente a juicio de esta Corporación Profesional.

En esa línea, cualquier aportación expresa de contenidos de terceros será valorada y muy de agradecer.

«Si Bolonia sigue adelante, desaparecerán los estudios regulados de Ingeniería Informática»


Fernando Román Avila Vázquez
Vocal del Colegio Profesional de Ingenieros Informáticos de Castilla y León

«Actualmente existe una nebulosa sobre cómo se realizará la homologación de los que ya terminaron su formación conforme a los nuevos grados»

ANA MARÍA CAVERO. Desde los colegios profesionales de ingenieros en informática se vienen convocando una serie de protestas porque temen por el futuro de su profesión.

– ¿Desaparecerá la Ingeniería Informática?
– Si el proceso de Bolonia sigue adelante, desaparecerán los estudios regulados de Ingeniería Informática. Por eso, una de nuestras reivindicaciones fundamentales es la no desregulación de esos estudios.

– ¿Cuál es actualmente la situación de la carrera?
– La Ingeniería Informática, como cualquier otra ingeniería, cuenta con unas asignaturas troncales comunes que todas aquellas universidades que ofertan la carrera tienen que cubrir. Es decir, existe un plan de estudios concertado con el Ministerio de Educación al que tiene que atenerse cualquier universidad que quiera ofrecer la carrera de Ingeniería Informática. Sin embargo, si se aprueba Bolonia, estas directrices desaparecerán.

– ¿Por qué?
– Porque la Ingeniería Informática es la única de todas las ingenierías para la cual, el Ministerio de Educación, no ha elaborado una ficha para adaptar la carrera al nuevo espacio europeo de educación superior. Al no obligarse a las universidades a que los futuros ingenieros en informática cumplan con unos conocimientos mínimos, estos estudios se están quedando sin regulación.

– ¿Cuál será la consecuencia?
– Que, si se aprueba Bolonia, cualquier universidad que quiera ofertar estudios de Ingeniería Informática podrá hacerlo como mejor le parezca, sin tener que adherirse a ningún plan de estudios preestablecido, sin ceñirse a unas asignaturas mínimas y sin ninguna garantía de calidad. Eso significa un retroceso que no estamos dispuestos a aceptar. Por el contrario, queremos ir a más.

– ¿Por eso reclaman tener atribuciones?
– Así es. Somos de las pocas ingenierías, junto con la Ingeniería Química, que no tenemos atribuciones. Actualmente los distintos ingenieros son competentes en una serie de materias y, de acuerdo a esas competencias, tienen una serie de atribuciones. Por ejemplo, un ingeniero industrial eléctrico es competente en cuestiones de electricidad y por tanto tiene una serie de atribuciones, a través de su colegio profesional, para tener en exclusiva la potestad y el derecho de poder firmar proyectos de instalación eléctrica lo que garantiza frente a los clientes una calidad mínima. Esto con el ingeniero informático no ocurre. De tal modo que un sistema informático lo puede diseñar y dirigir cualquier persona.

– ¿Se dice que la Ingeniería Informática no tiene atribuciones por tratarse de una profesión transversal?
– Eso es algo con lo que estoy absolutamente en contra. Que hoy en día un abogado pueda firmar un proyecto de ingeniería informática es para nosotros una aberración. Primero por los propios ingenieros informáticos que estamos sufriendo un agravio comparativo con el resto de ingenieros, y segundo, y más importante, porque la sociedad no tiene un respaldo, una seguridad. ¿Qué pasa si falla el sistema informático de una central nuclear? ¿Quien garantiza su calidad? Es verdad que actualmente hay algunas atribuciones compartidas, porque el mundo de la tecnología, como puede ser internet, involucra a otras ingenierías, como la de telecomunicaciones o incluso la industrial electrónica. Pero hay otras que son exclusivas, como la ingeniería de software o la administración de base de datos por nombrar algunas.

– ¿Si la Ingeniería en Informática no aparece en el proceso de Bolonia, sus atribuciones pasarán a manos de los ingenieros de telecomunicaciones?
– Este es un tema que puede ser hasta ilegal, porque no pueden otorgarles las atribuciones, sin que tengan las competencias. Los ingenieros en telecomunicaciones, con todos mis respetos, no saben nada de ingeniería de software porque además no tienen por qué saberlo, del mismo modo que yo no sé nada de arquitectura. Cada uno tiene sus competencias y las atribuciones tienen que ser obviamente acordes a esas competencias. Por eso lo que pedimos es que se regule el día a día profesional de los ingenieros informáticos atribuyéndoles unas atribuciones, valga la redundancia, a las competencias que tenemos por los estudios que hemos cursado.

– ¿Cuántas afectados hay en Zamora?
– Muchos. Como ejemplo, el curso pasado regresaron 21 alumnos de la Escuela Politécnica que, de seguir adelante el plan Bolonia, no podrán homologar sus estudios a los nuevos grados porque existe una nebulosa sobre cómo se realizarán dichas homologaciones.

Fuente: «Si Bolonia sigue adelante, desaparecerán los estudios regulados de Ingeniería Informática»

La India enfoca su recesión


Tras años de acusaciones por la pérdida de puestos de trabajo en Europa y EEUU, las empresas tecnológicas del país afrontan ahora su propia crisis.

Bangalore (La India)

La desaceleración mundial obliga a reducir la contratación, congelar los sueldos, posponer nuevas inversiones y despedir a miles de programadores de software y operadores de call center.

Mientras los analistas insisten en que la crisis global beneficia a las empresas instaladas en la India, porque cuando las multinacionales deciden reducir costes laborales deben salir al exterior, el sector tecnológico se encuentra atrapado en un desconocido sentimiento de incertidumbre.

“Ciertamente no se trata de exuberancia irracional,” dice Nandan Nilekani, copresidente de Infosys, una de las empresas de externalización tecnológica más conocidas del país. “Hay una buena dosis de introspección cuando analizamos lo que va a suponer esta crisis y cómo terminará”.

Los empresarios ponen sobre el tapete una vieja preocupación: la India se ha convertido en la oficina del mundo, cada día miles de operarios atienden las llamadas de los servicios de atención al cliente de empresas que están países remotos, ejecutan su contabilidad y gestionan la informática. Sin embargo, todavía no ha logrado ser el jefe de la oficina que ofrece nuevos productos, lidera la comercialización o ayuda a dar forma a la estrategia corporativa.

Su Silicon Valley

Más que ahogar a las firmas tecnológicas occidentales con una oferta de talento en ingeniería barata como muchos temían, la India —y Bangalore, su versión de Silicon Valley— se han convertido en la mano de obra barata para la sociedad de la información.

“Históricamente, cuando se habla de innovación, las empresas indias han sido relativamente débiles en comparación a empresas grandes como IBM o Accenture” dice Parth Iyengar, analista de tendencias tecnológicas en la India para Gartner Group,. “Ha sido nuestro talón de Aquiles crónico”, añade.

Mucho antes de los atentados de Bombay de hace dos semanas, el país venía sufriendo los efectos de la depresión mundial en la misma medida que los inversores occidentales desviaban sus fondos hacia los bonos americanos, socavando los balances de los bancos y empresas indias.

Infosys recientemente redujo sus previsiones para el próximo año e informó a los inversores que espera que el beneficio crezca entre el 13 y el 15 por ciento; muy lejos de los incrementos del 30% de ejercicios anteriores.

Como muchas de las empresas de externalización, Infosys depende de la salud del sector financiero, un tercio de sus beneficios proviene de bancos como Citigroup y Bank of America. Su destino también está vinculado al de la economía de EEUU, país del que depende un tercio de su negocio. A día de hoy, ningún factor es bueno para la perspectiva de la empresa.

Technology Partners International, una firma de consultoría que publica el Índice Global de la Externalización,señala que el indicador se encuentra en su nivel más bajo en diez años. “La gente piensa que el outsourcing es una industria a prueba de recesiones. No lo es”, dijo Siddharth Pai, un socio en la empresa.

Más en: La India enfoca su recesión 

Ciencia e Innovación dice que la ANECA recibe «presiones no democráticas» para la incorporación de nuevos títulos


El Gobierno reconoce que el Proceso de Bolonia es «frágil» y pide la colaboración «de todos» para que «no se rompa (sic)

El secretario de Estado de Universidades, Màrius Rubiralta, afirmó hoy, en el marco de su comparecencia en la Comisión de Ciencia e Innovación en el Congreso de los Diputados, que la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) recibe «presiones no democráticas» para la incorporación de nuevas titulaciones universitarias adaptadas al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES).

«Tenemos que tener respeto (a la ANECA) porque todos sus consejos de gobierno están, semana a semana, aprobando, en algunos casos con presiones no democráticas, el que se vayan efectuando la incorporación de nuevos planes de estudio con la participación de todos los sectores», apostilló en su turno de réplica el Secretario de Estado ante las críticas de los grupos parlamentarios por la gestión de esta agencia estatal.

En este sentido, Rubiralta precisó que el Gobierno está trabajando para la mejora de los procesos de evaluación de la ANECA, mediante el cambio de la forma de elección de los grupos de evaluación; la simplificación en la presentación de documentación por parte de las universidades; o la renovación de su Consejo Asesor, al que se incorporarán representantes de los estudiantes y de los agentes sociales, entre otros aspectos. De todos estos cambios, el Ejecutivo elaborará en el primer semestre de 2009 un documento explicativo.

Sobre el EEES, el secretario de Estado reconoció que se trata de un «proceso frágil» y, por ello, solicitó en su comparecencia la colaboración de todos los grupos de la Cámara Baja y la comunidad universitaria para que «no se rompa». Asimismo, señaló, en relación a las movilizaciones de estudiantes, que el Gobierno «escucha» sus reivindicaciones, pero recordó que «hay mecanismos de diálogo que hay que utilizar hasta el máximo».

Recordó, además, que Ciencia e Innovación, en colaboración con el Ministerio de Educación, Política Social y Deporte, con la Conferencia de Rectores de la Universidades Españolas (CRUE) y con las universidades españolas, está preparando una campaña de comunicación sobre el proceso de convergencia europea en el marco de la construcción del EEES. «Se busca con ello que el camino restante y sus posibles dificultades sean ampliamente difundidas y conocidas, así como sus ventajas para la comunidad universitaria, la comunidad educativa y para la sociedad en general», explicó.

PP: «LA MINISTRA NO ESTÁ NUNCA»

El diputado del PP Jesús Vázquez criticó la gestión del Ejecutivo en materia universitaria, calificándola de «despropósito» y aseguró que «lleva cuatro años perdidos para la construcción del EEES». «Su ministerio lleva varios meses sin hacer absolutamente nada; no hablan de Bolonia y se sacan de la manga la Estrategia Universidad 2015, que no solucionada nada y no tiene objetivos claros», aseveró.

Asimismo, reprochó a Rubiralta que la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, «no esté nunca cuando se trata de temas relativos a la universidad». «Sólo reconoce (la ministra) que no hubo suficiente información al alumnado sobre el Plan Bolonia, echándole la culpa de sus antecesoras (Sansegundo y Cabrera)».

Por su parte, el diputado del PP Adolfo González pidió al secretario de Estado la comparecencia de la directora de la ANECA, Gemma Rauret, ante la Comisión de Ciencia e Innovación en el Congreso para informar sobre las actuaciones de este organismo. Asimismo, calificó de «inadecuada» la gestión de esta agencia y aseguró que está generando «agravios comparativos y malestar» entre el profesorado universitario.

PSOE: «AL PP SE LE HA OLVIDADO LA PANCARTA ‘ANTIBOLONIA’ EN CASA»

«Al PP se le ha olvidado la pancarta ‘antibolonia’ en casa porque sus diputados han hecho hoy unas declaraciones irresponsables y pesimistas sobre el Plan Bolonia», comenzó su intervención la diputada del PSOE Montserrat Palma. «¿Cuándo van a ejercer una oposición responsable?», preguntó Palma a los ‘populares’, para recordarles que mañana hay una manifestación contra el Gobierno de la Comunidad de Madrid «por recortar la financiación universitaria».

Desde CiU, Inmaculada Riera señaló que la configuración de EEES «requiere una mayor financiación» y advirtió de que ésta es una de las reivindicaciones del movimiento ‘antibolonia’. Asimismo, preguntó al secretario de Estado hasta qué punto la crisis económica va a tener repercusiones negativas en la política de becas universitarias.

Riera calificó, además, de «complejo, lento y confuso» el sistema de verificación de las nuevas titulaciones universitarias y pidió el reconocimiento de las agencia de evaluación autonómicas para que su papel sea «efectivo» dentro de su marco competencial.

Fuente: Ciencia e Innovación dice que la ANECA recibe «presiones no democráticas» para la incorporación de nuevos títulos